sábado, 3 de octubre de 2009

SE  IMPONE EL OTOÑO

Mayte Tudea Busto

          

 

A mi amigo Ángel no le gusta Septiembre. Tiene para él demasiadas reminiscencias negativas. El regreso a las clases, a la rutina del estudio, a los calendarios y listas de profesores; pero creo que, principalmente, por lo que supone siempre despedirse de esos largos y brillantes días del verano, de esa época estival tan viva, tan activa, y que yo identifico como la estación de la intensidad. En verano todo lo que  nos rodea se reviste de una fuerza especial; los colores, los olores, y también ¡cómo no! los calores.

 

En los últimos días de Agosto, cuando se acortan los atardeceres y en el vigoroso azul comienzan a aparecer unos jirones carmesíes premonitorios de otros atardeceres próximos -los más hermosos del año-, yo percibo en el aire, liviana, inaprensible, apenas insinuada, la presencia del otoño.

 

Y mientras Septiembre se debate entre los últimos ardores de un estío que se resiste a abandonarnos, y la proximidad de una estación que parafraseando a Tomás "todo lo torna sospechoso", yo recibo al mes de Octubre y le doy la bienvenida y me dejo abrazar por este otoño que ya ha llegado, por el tiempo de la serenidad.

 

Todas las aguas regresan a sus cauces, todos los sentimientos se aquietan, todas las pulsiones se calman, y parece como si cada cosa adquiriera sus exactas proporciones y ocupara el lugar que le corresponde. Bienvenido pues el tiempo de la reflexión y de la cordura. Bienhallado otoño.

 

1-Octubre-2009

 

 

                        OTOÑO LATENTE

 

 

 

Es verano en el aire. Esas fulgentes

madrugadas sin lluvia ni rocío,

brillantes las mañanas de un estío,

de atardeceres rojos e inclementes.

 

De imposibles azules esplendentes,

la noche sueña y sueña su vacío,

y espera la alborada, espera al río,

que inunde sus riberas complacientes.

 

Y entre tanto fulgor, agazapado,

un otoño silente, sedicioso,

extiende sus raíces, empeñado

 

en imponer sus leyes, y su acoso,

derribará sutil el entramado,

de vida, luz, calor, sentir gozoso.

 

 

1 comentario:

Angel dijo...

Si me dan a elegir, prefiero septiembre a enero.
Igualmente si me dan a elegir, prefiero un soneto tuyo a otros muchos esritos por poetas consagrados, y que hemos de ver publicados dentro de las selecciones literarias, como símbolos de "las mejores poesías...", y no saben lo que se pierden ignorando los tuyos...