domingo, 10 de abril de 2016



BUSCANDO EXOPLANETAS

Ángel Pulla Dijort

(Artículo publicado en la Revista de AMADUMA de Febrero 2016)

 

La misión Kepler, hasta mediados del año 2014, había detectado y confirmado 974 planetas, además había detectado más de 3061 candidatos a planetas confirmados y 2165 binarias eclipsantes.


Un año después, pueden llegar a 1000 los confirmados – incluyendo 19 de ellos muy parecidos a la tierra - , y más de 4000 candidatos a confirmación.


Hablamos ahora de la misión Kepler como algo muy normal y conocido por todos nosotros, sin embargo hasta el año 2009 en que finalmente se autorizó su  puesta en funcionamiento, ese proyecto iniciado en firme en el año 1983 por el ingeniero Bill Borucki, trabajador de la NASA desde los años sesenta, publicando un artículo sobre un sistema para poder detectar una disminución del brillo de un astro si pasaba delante del disco de su estrella, no comenzó a conocerse, aunque no a apreciarse lo que actualmente llamamos misión Kepler. 


Le costó cuatro presentaciones sucesivas de su proyecto hasta que la NASA admitió definitivamente su puesta en funcionamiento. En el año 2001 la NASA admitió incluirlo en la misión Discovery, después de que el ingeniero Borucki propuso poner en órbita un telescopio para cazar tránsitos planetarios.


Mediante el sistema propuesto por Bill Borucki y desarrollando posteriormente el método de variación de tiempo de tránsito y la variante relativista, los investigadores de la NASA han ido descubriendo nuevos planetas y otros objetos compactos, que han ido formando una imponente cantidad de datos suministrado por los escaneos de Kepler que supone que haya billones de datos por analizar.


Y de esta forma nos encontramos con el encuentro de los Exoplanetas, con extraños descubrimientos que podrían suponer una insospechada sorpresa para la NASA. 


Este nombre se da a los planetas extrasolares, no pertenecen a nuestro sistema solar, y por tanto orbitan otros planetas. Su primera detección confirmada data de 1992 a cargo de Michel Mayor y Didier Queloz.

El primer sistema extrasolar descubierto fue el Upsilon Andromedae, hay varios de estos planetas, sobre unos 43, que están por encima de los 13 Mj, siendo el 1 Mj la masa de Júpiter.


El exoplaneta confirmado en zona habitable más similar a la Tierra  es el Kepler -438b, con un índice de similitud de un 88%, estando pendientes de confirmar otro con un índice de 98%, lo que le haría un planeta similar a la Tierra.


En siglos anteriores distintos estudiosos de los astros, pero con medios infinitamente más deficientes de los actuales, presentaban las posibilidades de nuevas existencias de planetas, tanto en nuestro sistema solar como en otros extrasolares, con características similares a las de la Tierra.


En el siglo XVI los partidarios de la Teoría de Copérnico, y en el XVIII los de I. Newton hablaban de la existencia de otros sistemas solares, semejante al nuestro y concretamente Newton en su "Escolio General" decía que "Si las estrellas fijas son los centros de sistemas similares, todos ellos se construirán de acuerdo con un diseño similar y con sumisión al dominio de Uno".


Posteriormente en el siglo XIX el Observatorio de Madrás y más adelante la Universidad de Chicago y otros más reportaron anomalías orbitales que pudieran considerarse como posibles existencias de nuevos cuerpos con esos parámetros orbitales. A finales del siglo XX, los astrónomos en general admiten como erróneos todos estos informes anteriores.


Es muy interesante resaltar un extraño descubrimiento realizado por Kepler en 2009. Se trata de la estrella KIC 8462852 a unos 1500 años luz de la Tierra. 


La doctora T. Boyajian de la Universidad de Yale comenta que nunca habían visto algo parecido, que en principio les pareció producido por algún fallo, pero que después comprobaron que todas las observaciones eran perfectas.


En las observaciones apreciadas durante varios tránsitos, posteriormente conocidos como D800 y D1500, se ve un objeto gigantesco y de forma irregular, y que baja la luz de la estrella en un 15% en la primera observación y en un 22% en la segunda, encontrando una serie de objetos que fuerzan esta bajada. Su señal delata una edad madura de esta estrella, y la doctora Boyajian intenta averiguar distintas explicaciones para estos efectos detectados, como posible metralla de un cinturón de asteroides, colisión planetaria, etc.


Posteriormente el astrónomo Jason Wright, de la Universidad de Penn State, sugiere la hipótesis de que puede corresponder a un sistema de megaestructura artificial o paneles solares montados por alguna civilización muy avanzada.


Este mismo astrónomo lanzó la hipótesis de que "parece la clase de cosa que esperarías que una civilización alienígena construyera". Estima que el patrón de luz correspondiera a algún sistema de megaestructuras artificiales puestas en órbita para tratar de extraer hasta el último vatio de energía de cualquier estrella.


Con la ayuda del  director de Instituto SETI, A. Siemion, han conseguido la cooperación de un complejo de radiotelescopios de Nuevo México para seguir son sus potentes antenas a esta estrella por si es posible captar algún tipo de emisión inteligente.


Hasta hoy solamente se conoce la llegada de una señal con una intensidad 30 veces superior al ruido de fondo y duró alrededor de  72 segundos.

Seguimos por tanto a la espera de otro tipo de señales inteligentes desde esta y/o de otros tipos de planetas o exoplanetas existentes.