viernes, 18 de septiembre de 2015



VALTABLADO, RUINAS DE UN PUEBLO

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

A finales de agosto recorrí con Jorge los restos de un pueblo, que yo conocí de pequeño, y que ahora es simplemente un montón de escombros, cascotes y vegetación comiéndose lo que fueron casas, ayuntamiento, iglesia, etc.

Recordaba con él cuando yo acudí en varias ocasiones de niño a ayudar en la iglesia que dependía de mi pueblo, Beteta, y además subíamos andando, puesto que ni había carretera, ni vehículo que nos transportara.

Uno de los recuerdos más vivos que tengo es la festividad del día de San Jorge, patrono del pueblo, al finalizar la celebración de la festividad religiosa, ofrecían en un salón del ayuntamiento una invitación a las autoridades, incluyendo al cura, y yo como monaguillo lo acompañaba en este acontecimiento, y especialmente recuerdo algo que nunca antes ni después he vuelto a comer. Lo llamaban "borreguillas", y no sé qué son ni de qué están hechas. Pero me encantaban.   

Valtablado de Beteta. Ese era su nombre.

Es una gozada acudir a esa zona por los carriles que te llevan allí. Puedes encontrarte con ciervos, reatas de jabalíes, formados en hileras precedidas por los mayores y siguiéndolos una fila de varios de ellos cada vez mas pequeños.

Puedes ver además todo tipo de árboles, vegetación variada, animales de todo tipo, y en tiempo de hongos puedes buscarlos y seguro que recogerlos. Por supuesto que a partir de finales de septiembre se te ofrece la posibilidad de escuchar la célebre berrea de los ciervos que van contestándose  de un lado a otro, de un monte a otro, sintiendo ese potente berrido de varios de ellos, desafiándose, como insultándose, marcando cada cual su cuartel y sus rangos dentro del territorio amplísimo desde donde unos se contestan a otros.  

Estuvimos recorriendo el pueblo, sus ruinas, donde únicamente pueden verse los trozos de pared de las viviendas, y los espacios interiores repletos de vegetación. Crecen muchas nogueras, todas con una gran cantidad de nueces, buena cosecha, ahora que no hay quien las recoja.

En el recorrido de las ruinas del pueblo fui incapaz de recordar su anterior configuración ni nada especial que no fuera la iglesia y el ayuntamiento. Sí recordaba que a la entrada del pueblo por la parte baja del mismo había una fuente y un pilón donde abrevaban los animales.

Me comenta Jorge que hay una asociación de antiguos moradores del pueblo, o descendientes de ellos, que intentan hacer algo por la rehabilitación del pueblo. Yo entiendo que estas gentes luchen por algo así, aunque en realidad creo que poco o nada pueden hacer por ello, si no disponen de un gran capital que pueda ayudarles, porque solamente en desmontes, limpieza y tala - si hay licencia - de arboles en las viviendas se les va a ir el presupuesto.

Sí he visto que han limpiado y adecentado el cementerio, dejándolo con un buen aspecto, en esto sí pueden sacar algo de provecho.

Encontramos gente que iba andando por los carriles, especialmente en la parte que baja de Valtablado a Valsalobre. Es una zona preciosa para hacer ejercicio y de paso admirar los impresionantes alrededores de aquellos parajes.

Resulta sobrecojedora aquella bajada especialmente la parte media del camino, donde las laderas son tan escarpadas, que parece imposible haber podido hacer aquel carril en los tiempos en que todo se hacía a base de picos, palas, morteros, y mazas de apisonar.

Toda esa zona arrastra las aguas de lluvia hacia el barranco que termina en un arroyo que sale al rio de Valsalobre.

En estos carriles sí le veo más utilidad al movimiento de rehabilitación del poblado. Buscar las ayudas necesarias, y ahí sí creo que entraría de alguna forma la Diputación, para aportar las ayudas necesarias para modificar, ampliar, rectificar y hacer accesible esos caminos a otro tipo de vehículos ademas de los todoterreno habituales en estos recorridos. Esto ofrecería la oportunidad de visitar y conocer este pueblo a todo aquel que lo desee sin tener que depender de alguien con vehículo apropiado para el monte.

Sería una excelente ocasión de inversión para finca de recreo, caza y demás actividades relacionadas con el monte y los animales si estuviera bien comunicada o con posibilidades de hacerlo, y especialmente si fuera libre de venta, porque al parecer - no estoy seguro de esto - pertenece al estado o a algún ente relacionado con el mismo. Esto depende de la Junta de Castilla la Mancha.

Lo cierto es que resulta muy agradable darse una vuelta por esta zona de Valtablado y ver y poder disfrutar de todo aquel entorno natural tan salvaje y sugestivo, y especialmente atractivo que resulta en estos momentos del año - otoño -.