viernes, 29 de febrero de 2008

                        ¿QUÉ  ES  POESÍA?

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Yo no quiero metáforas oscuras,

ni crípticos lamentos,

yo quiero recrearme en la hermosura

y en la profundidad del sentimiento.

 

 

Frases huecas y vanas, no reitero,

ni fuegos de artificio,

expresar la belleza sólo espero

del amor y la vida, sin prejuicios.

 

 

No me importan las modas, las corrientes

de la modernidad,

ni aquellos que postulan trascendentes,

que la emoción está en la opacidad.

 

 

La invención, la gracia y el encanto,

la sublime armonía,

del verso que conmueve deleitando

y eriza nuestra piel, ¡eso es poesía!

 

 

                               

MAYTE TUDEA. 3-Febrero-2.008

        

miércoles, 27 de febrero de 2008

Éste es el resumen de la teoría de Marina sobre La Felicidad. No es mía
pero podría serlo. Pienso igual.
Las verdades siempre tienen un autor, pero nunca propietarios. Pertenecen
a la humanidad.
La Buena vida es la del hedonista grosero. "Comamos y bebamos, que mañana
moriremos". O como dice mi camiseta de Asturias: "Come, fuma, folla y
bebe, que la vida es breve".
¿Qué diferencia existe entre un hedonista empedernido y un cerdo satisfecho?.
Un escalón por encima está la Vida Buena, ya es racional, ya es humana.
Pero en lo más alto está la Vida Lograda. Aquí cabemos todos.
!Que tengas una Vida Lograda!
                                              Un amigo. TOMÁS MORALES

PASADO POR UN COMUNICANTE ANONIMO

Un profesor, delante de sus alumnos de la clase de filosofía, sin decir ni una palabra, cogió un bote grande de vidrio y procedió a llenarlo con pelotas de golf.

Después preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí.

El profesor cogió una caja llena de perdigones y los vació dentro del bote. Estos llenaron los espacios vacíos que quedaban entre las pelotas de golf.

El profesor volvió a preguntar de nuevo a los estudiantes si el bote estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que sí.

Después el profesor cogió una caja con arena y la vació dentro del bote. Por supuesto que la arena llenó todos los espacios vacíos y el profesor volvió a preguntar de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes le respondieron con un sí unánime.

El profesor, rápidamente añadió dos cervezas al contenido del bote y efectivamente, el líquido llenó todos los espacios vacíos entre la arena.

Los estudiantes reían. Cuando la risa se fue apagando, el profesor les dijo: "Quiero que os fijéis que este bote representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que te apasionan. Son cosas que, aunque perdiéramos el resto y nada mas nos quedasen estas, vuestras vidas aún estarían llenas.

Los perdigones son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el coche.....

La arena es el resto de las pequeñas cosas.

Si primero pusiéramos la arena en el bote, no habría espacio para los perdigones, ni para las pelotas de golf. Lo mismo sucede con la vida. Si utilizáramos todo el nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes.

Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad.

Juega con tus hijos, concédete tiempo para ir al médico, ve con tu pareja a cenar, practica tu deporte o tu afición favorita. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa, para reparar la llave del agua.

Ocúpate primero de las pelotas de golf, de las cosas que realmente te importan. Establece tus prioridades, el resto solo es arena".

Uno de los estudiantes levanto la mano y le preguntó que representaban las cervezas.

El profesor sonrío y le dijo: "Me encanta que me hagas esta pregunta!.La cerveza es para demostrar que aunque tu vida te parezca llena, siempre hay un lugar para dos cañas con un amigo"

ME RECUERDA AL PIYAYO

 

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

 

Normalmente se encuentra en el semáforo del cruce de la Alameda de Colón con Muelle Heredia.

 

Es un viejecito alegre, simpático, con su sombrerito y su cara risueña, nunca tiene un mal gesto para nadie.

 

 

Se acerca muy respetuosamente a los coches, sin molestar, saludando con mucha educación, y sin pedir nada. Solamente saluda, agitando las manos, sonriendo y diciendo a las personas que van en el coche:

 

"¡Alegría en vuestras vidas, jóvenes! ¡Qué bonita es la juventud! Os veo muy bien y con muy buen aspecto a todos y pido a Dios que os bendiga y os colme de bendiciones. Tranquilamente y sin ningún compromiso, si podéis ayudarme en algo os lo agradezco y si no podéis, es igual, también os lo agradezco, porque para mí es suficiente con poder veros tan guapos a todos".

 

 

Este saludo, dicho con esa alegría y esa cara de satisfacción que él pone… Lo hace a todo el mundo, incluso a aquellos que no le hacen caso y no le atienden.

 

Yo siempre le doy lo que llevo suelto y además le agradezco sus elogios, y le digo que es un artista, que le he visto en la tele. "A que he salido bien, ¿te ha gustado?" El nunca recuerda que yo soy el mismo de ayer, de anteayer… Aunque últimamente me ha parecido que a veces sí sabe que soy yo, porque un día que conducía mi mujer me dijo: "hoy has cambiado de sitio…"

 

El día que le doy un euro…, ese día es especial, me canta un fandango y además, al final me hace aquello de: "¡Somos los gorilas, uh, uh, uh!"

 

Es muy gracioso, incluso le hace gracia a la gente, pero…, pero "a mi me da pena y me causa un respeto imponente"

 

 

Hace unos días, bajaba yo de El Ejido en dirección a la Alameda Principal, y al llegar a la calle Larios, me encontré un gentío viendo algún espectáculo de  los habituales en esa calle. Al acercarme a verlo, me encontré con mi amigo "Pepito el Cariñoso", como dice él que se llama, bailando él solito, pero como si fuera bien agarradito a una compañera, al son de músicas que sonaban allí en el corro. ¡Qué cara de satisfacción y de alegría!

 

 

Entre el público había de lo más diverso que puedas imaginar. Jóvenes, mayores, viejos, mujeres, hombres, y de otras nacionalidades y otras zonas de España. Había a mi lado un grupo, por su forma de hablar creo que eran de mitad de España hacia arriba (Castilla –León, más o menos), y entre otros comentarios dijeron que probablemente estuviera alegre por la bebida… Es posible que se me notara en mi forma de contestar, pero no pude aguantar, porque le conozco… aunque solo sé que se llama "Pepito el Cariñoso"… "Señora, le dije, este señor es así desde hace muchos años, no creo que le dure tanto la borrachera. Pásese ud por el cruce de Muelle Heredia a las diez de la mañana y lo verá igual que ahora. En Málaga hay gente que pide limosna por tangos y maldice cantando fandangos gangosos…".

 

 

Ver a este hombre poniéndole buena cara a todo el mundo, hasta a quienes no lo merecemos…, con el cariño que trata a los niños que van en el coche, haciéndole carantoñas tras el cristal…, eso es algo que te ablanda el corazón. Que a la gente le gusta, y le aplauden y le ríen las gracias, pero…, pero "a mi me da pena y me causa un respeto imponente…"

 

 

No sé por qué siempre asocio a Pepito el Cariñoso con el Piyayo. No creo que se parezcan en nada, aunque el Piyayo que conocemos por la poesía que de él escribió José Carlos de Luna, al parecer tampoco se parecía mucho al que cuentan sus biógrafos, como Eusebio Rioja,  que nos dice que ni vivía en el Altozano, ni era chicuelo, ni tenía nietecillos, ni era borrachín, ni…, pero ¡qué más da!, si en definitiva nos conmueve y nos gusta su filosofía y su forma de ser.

 

Este personaje del cruce de Muelle Heredia es un ente interesante. Me gustaría conocerlo mejor, poder hablar tranquilamente con él, saber qué piensa de cosas que él haya vivido, haya visto. Y sobre todo, por qué entiende la vida desde el punto de vista de la parte buena de la gente, por

qué se muestra tan alegre, tan hablador con las personas que le ignoran (por no decir que le desprecian), y les canta, y les desea salud, y les hace juegos y les hace el gorila, y… ¿Por qué?

 

 

Yo siento un especial afecto por este personaje amable, risueño, siempre respetuoso con las personas. No se amilana ante el frío, la lluvia, el calor, ante nada.

 

 

Y sigue cantando, con sus juegos a los niños, y a los mayores, yo creo que ya no lo distingue y quiere divertirnos a todos, sin importarle nuestra edad. Y bailotea, y aplaude, y la gente se ríe, y...  "y a mi me da pena y me causa un respeto imponente".

 

 

sábado, 23 de febrero de 2008

Tema: LA MUJER. 

      Cualquier persona que "viaje" por la Historia o por la Literatura, por la Filosofía o por la Ciencia, por la Política o por el Arte, por…..o por…..se habrá hecho, más de una vez, la pregunta: ¿"dónde están las mujeres"? (que representaban y representan al menos la mitad de la humanidad). 

      ¿Por qué esa ausencia, casi total, en el campo de la cultura y de la vida pública?. 

      Creo que toda la historia de las mujeres, antes y después del trato exquisito que le mostró Jesús de Nazaret, es la "Historia de un encierro". 

      La mujer siempre ha estado "encerrada": en el convento, en la cocina, en la cama, en el gineceo, en la cárcel, en la faja o en el corsé, en el cinturón de castidad,… 

      La mujer, ya fuera virgen (monja) esposa o madre, siempre atada al varón, siempre presa, siempre "encerrada". 

      A lo largo de la Historia la mujer ¿ha sido amada o sólo usada?.

      Pasaba del dominio del padre al dominio del marido, sin solución de continuidad. Siempre dominada. 

      La historia de las mujeres es la "Historia de un olvido, de una exclusión" 

      Dice el gran Demóstenes (refiriéndose a los varones): "Mantengan AMANTES para obtener placer. Mantengan CONCUBINAS para el cuidado diario de su persona. Mantengan ESPOSAS para que le den hijos legítimos y para que sean fieles guardianas de su hogar". 

      TEMA 1º: La mujer en el mito cristiano. Reflexiones filosóficas sobre una manzana: La Manzana de Eva.

      Eva pecó comiendo la fruta prohibida del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Gracias a ello no tuvimos más remedio que empezar a pensar, por eso somos científicos.

      ¡Lástima que no probara la fruta prohibida del otro árbol, el Árbol de la Vida¡. Seríamos inmortales.

      ¿Por qué el cristianismo ha incidido tanto, a lo largo de la historia, en la Eva como ayuda/complemento/"costilla" de Adán, y no en la otra versión: "Dios creó al hombre: varón y mujer los creó"? 

      TEMA 2º: La mujer en el mito griego: Reflexiones filosóficas sobre una caja: la Caja de Pandora.

      Puesto que en este mundo hay males y desgracias, alguien tiene que ser responsable de ellos.

      Dios/los dioses no van a ser los causantes y como los varones, protagonistas de la Historia, no se van a echar la culpa a sí mismos, se la van a echar a la mujer, a Pandora.

      Prometeo y su hermano Epimeteo serán los sustitutos, sucedáneos o equivalentes a Adán. 

      TEMA 3º: El trato exquisito y la consideración del papel de la mujer en Jesús de Nazaret y en el primer Pablo.

      Escándalo en la sociedad judía del trato que Jesús mostraba con las mujeres que le seguían: Marta, María, María Magdalena,…

      "Varones y mujeres son iguales". NO a la discriminación por razón de sexo, nación, status,… 

      TEMA 4º. Consideración de la mujer en el cristianismo.

      Tanto para la Filosofía Clásica, en general, como para la Filosofía Cristiana, en particular, el hombre es un compuesto de "cuerpo" y "alma".

      De defender nuestro cuerpo, nuestra vida, se encargaba el poder civil, el poder militar,

      De salvar nuestra alma, para la vida eterna, se encargaba el poder religioso y eclesiástico.

      Ambos poderes han estado, durante toda la historia, en manos de los varones.

      Últimamente, tanto la sociedad, como la política y los ejércitos o las fuerzas de seguridad están abriendo las puertas y permitiendo la incorporación de las mujeres.

      Pero ¿Y la Iglesia Católica?. ¿Qué le pasa a la Jerarquía religiosa católica?. 
 

                        Atentamente. 

                                                Fdº Tomás Morales

martes, 19 de febrero de 2008

REFLEXIONA… MEDITA…

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

 

¿Por qué me hablas continuamente de la época de los esclavos?

¿Por qué me comentas que el cristianismo luchó y consiguió la liberación de los esclavos…?

 

Tú, igual que yo, no conocimos esos tiempos en que los amos compraban a sus esclavos, los marcaban y los llevaban a trabajar a sus tierras, donde los hacinaban en cabañas o en establos para vivir.

 

Ahora no hace falta comprarlos, se venden ellos mismos. Ni marcarlos, la marca es interna (aunque a veces también sea externa). Ya no es necesario proporcionarles cobijo… ellos mismos corren con el gasto…

 

Pero, ¿quién ha dicho que la esclavitud fue abolida y ya no existe?

 

Yo conozco esclavos financieros, esclavos sociales, esclavos religiosos, esclavos laborales, esclavos…

 

La religión, las religiones, esclavizan a las personas para sus sectas, sus órdenes… La banca tiene millones de esclavos en el mundo, vendidos a ella por sí mismos… La sociedad produce multitud de esclavos por la moda, las costumbres, los hábitos…, ved los bulímicos, anoréxicos, ultra – todo… La relación laboral, con los  "sin – papeles", produce un singular tipo de esclavos…

 

¿Me vas a volver a repetir que la esclavitud es cuestión de otros siglos, que la iglesia la abolió?

 

Es una verdadera lástima que Espartaco fuera mortal y no dejara unos cuantos clones repartidos por la tierra. Una verdadera pena…

 

Ángel Pulla Dijort/Málaga

32 + 456 = 483 o 480

 

Tomás Morales Cañedo/Málaga

 

 

D. José era un maestro de los de antes de la guerra, por tanto "chapao" a la antigua. Era de aquellos cuyo método de enseñanza era el de machacar el libro de texto. "Codos, muchos codos, y pizarrín, pizarra. Lápiz, cuaderno y goma de borrar".

 

El afirmaba que el niño era "tamquam tabula rasa in qua nihil scriptum est" ("como un folio en blanco en el que nada hay escrito") y son el maestro y el niño, conjuntamente, los que tienen que empezar a escribir y continuar escribiendo, durante el resto de su vida, los conocimientos vigentes en la sociedad en la que vive, para estar y poder seguir estando incardinado adecuadamente, para no desentonar con el entorno cultural, para poder comprender los problemas que le rodean, para ser capaz de responder a las exigencias que el mundo, a diario, le está reclamando y poder cambiar lo que, en ese mundo, ya no vale, sobra o es un lastre.

 

Don José, ese día, que tocaba matemáticas, la había puesto un problema a Pepito. "Si tu vas al mercado y llevas treinta y dos pavos del abuelo, y tu padre te dice que le lleves, ya de camino, cuatrocientos cincuenta y seis pavos, de los suyos, ¿Con cuántos pavos llegarás tú al mercado?".

 

Pepito cogió su lápiz y su "milán" y en el cuaderno de tareas escribió: "32 + 456 = 483 o 480"

 

Don José repasó la cuentas y puso, en letras grandes y con rotulador rojo, MUY MAL = 0.

 

Pepito protestó. Recurrió, en primer lugar al tutor, luego a la Asociación de Padres. Se convocó urgentemente un Consejo Escolar Extraordinario, con el único punto del día. "El problema de Pepito".

 

Don José no daba crédito a la reclamación hecha por conducto legal, pero tampoco dio su brazo a torcer, alegando, únicamente, que la "cuenta estaba mal hecha".

 

Se recurrió a la Inspección de la Delegación Provincial de Educación y Ciencia y ésta envió a un Psico-Pedagogo, especializado en metodologías interactivas, de tipo imaginativo, en los campos semánticos y epistemológicos, especialmente aplicadas a ámbitos pedagógico-didácticos, para que, fríamente analizase con D. José el antedicho problema de Pepito.

 

D. José lo tenía claro: "La cuenta está mal hecha y el resultado está mal", por lo tanto la nota es un 0.

 

El Psico-Pedagogo, sin embargo, disentía totalmente de D. José.

 

-¿No irá Ud. a decirme que la cuenta está bien hecha? – le espetó de entrada D. José.

 

Es que Ud. D. José, evalúa solo el resultado, y en la psicopedagogía moderna, lo que debe evaluarse es, sobe todo, el proceso, son los procedimientos, son los caminos por los que se transita, más que la meta a la que se llega. Y el proceso que ha realizado Pepito no está mal. O mejor, está bastante bien.

 

¿Cómo dice? – alucinaba D. José - ¿Cómo dice Ud.?

 

Vamos a analizar el proceso que ha realizado Pepito. Pero sin ponerse nervioso, D. José, - decía el Psico-Pedagogo. Fríamente analicemos los procedimientos llevados a cabo por Pepito.

 

Analice Ud. Lo que quiera.

 

Veamos. Ud. Le ha puesto en letras "treinta y dos pavos" y "cuatrocientos cincuenta y seis pavos". ¿De acuerdo?

 

De acuerdo – masculló D. José - ¿Y…?

 

Lo primero que ha hecho Pepito es prescindir de la materia, los pavos, porque él sabe que la matemática es una Ciencia Formal, en la que solo se considera la forma, los números, y no la materia, los objetos, en este caso, los pavos. ¿Ud. no cree, D. José, que si en vez de pavos, Ud hubiera puesto, en el problema, ovejas, cazuelas, sillas o libros, Pepito no habría prescindido, igualmente, de los objetos con que fuera al mercado y habría puesto solo la cantidad, obviando y poniendo entre paréntesis la calidad?

 

Pues seguramente sí, pero… ¿qué me quiere Ud. decir?

 

Sencillamente, que Pepito sabe qué son las Matemáticas. Y esto ya es un punto a su favor. ¡Ahí es nada comprender la distinción entere Ciencias Formales y Ciencias Empíricas!

 

¿Y…?

 

Sigamos, D. José. Sin que se me ponga Ud nervioso, por favor. Ud la había puesto, en letra, "treinta y dos". ¿De acuerdo?

 

Sí.

 

Y Pepito ha sido capaz de traducir, correctamente, la expresión literal "treinta y dos" en "32", una expresión numeral. Y sabe, pues, que el 3, al estar en la segunda columna, en realidad no son unidades, sino decenas, por lo que él interpreta, adecuadamente, que ese 3 no son 3 sino 30. ¿De acuerdo?

 

De acuerdo.

 

Sin embargo Pepito sabe que el 2 sí es un 2, porque está en la primera columna, la de las unidades. Es decir, que ha interpretado correctamente que "treinta y dos" se expresa con la numeración 32 y no 302.

 

Sí ¿y…?

 

Sigamos D. José. El segundo miembro, estará Ud de acuerdo conmigo, en que es más complicado que el primer miembro.

 

Sí.

 

Porque aquí ya hablamos de centenas. ¿Estará Ud de acuerdo conmigo en que la expresión "cuatrocientos cincuenta y seis" está bien expresada, numéricamente, como 456?

 

Sí.

 

Luego Pepito ha interpretado correctamente que 4 equivale a 400, porque está ubicado en la tercera columna, la de las centenas; y que 5 equivale a 50, la segunda columna, que es la de las decenas, mientras que 6 solo equivale a 6, porque corresponde a las unidades. ¿Acaso Pepito ha escrito 400506?

 

No.

 

Porque eso sería "cuatrocientos mil quinientos seis", y Pepito sabe que eso no es así. ¿Está Ud de acuerdo, D. José?

 

Sí.

 

Pero es que, además, D. José, de todas las operaciones matemáticas, Pepito ha puesto "más" es decir "+". Podría haber interpretado que tenía que restarlos, multiplicarlos, dividirlos, elevarlos al exponente X, o sacar la raíz cuadrada, o… Pero él sabía que era una suma; y la suma se representa así, con "+" ¿De acuerdo, D. José?

 

De acuerdo.

 

Pero es que es más. Después de haber unido los dos miembros con el signo "+" de la suma, Pepito ha puesto el signo "=", lo que quiere decir que él sabe que el resultado de dos sumandos da, como resultado, la suma total, y eso, desde siempre, se ha expresado con el término "igual" que se expresa con el signo matemático "=" ¿Supongo que estará Ud totalmente de acuerdo conmigo?

 

Totalmente.

 

Vayamos, pues, al resultado final. ¿Es verdad que 400 se expresa con un cuatro, solamente, en la tercera columna, la de las centenas?

 

Sí.

 

Luego… ¿está bien expresado?

 

Sí.

 

Vayamos a la segunda columna, la de las decenas. ¿No es cierto que 50 + 30 = 80?

 

Sí.

 

Pero al estar en la segunda columna, 80 se expresa solo con un 8 ¿Sí o No?

 

Sí.

 

Sigamos, finalmente, y llegamos a la primera columna, que es la que menos vale, la de las unidades.

 

¿Y cuántas son 6 + 2? ¿Me lo puede Ud decir?, gritó, encolerizado, colorado y colérico D. José.

 

8, evidentemente.

 

¿Y qué es lo que ha puesto Pepito?

 

Un 3 o un 0.

 

Luego está mal ¿Sí o No?

 

A medias.

 

¿Cómo que a "medias"?

 

Verá Ud, D. José, ocho se expresa con el número 8 y cero con el signo 0 ¿De acuerdo?

 

Hombre, claro que sí.

 

Pero, fíjese, D. José, en la imaginativa estrategia intelectual llevada a cabo por Pepito.

 

¿De qué imaginativa estrategia intelectual me está Ud hablando?

 

Pepito, realizando un análisis dicotómico, ha llevado a cabo la descomposición del signo + en sus dos elementos que lo forman: un segmento vertical I y un segmento horizontal ---. Y los ha considerado como dos espejos, y entonces…

 

Pero, ¿qué cuento me estás Ud contando?

 

Es muy fácil, D. José. Considere Ud el número 3, que es la primera respuesta que ha dado Pepito, D. José, y ponga, exactamente en la parte izquierda del 3 el espejo del segmento vertical I ¿Qué es lo que se ve reflejado en el espejo? Exactamente un 8, que es el número que Ud está insistentemente reclamando.

 

¿Me está Ud diciendo que debo mirar el 3 del folio y su imagen en el espejo para así ver que es un 8?

 

Y no solo eso. Considere Ud D. José, ahora, la segunda solución propuesta por Pepito, el 0. Y coloque Ud, ahora, en la parte inferior o superior, la que Ud prefiera, del 0 el segundo segmento, el horizontal, el espejo ---. ¿Qué es lo que se ve? Un 8. Justo, igualmente que lo que Ud está reclamando. Fíjese la estrategia intelectual de Pepito, que es capaz de suplementar la imagen real del 3, del folio, con la imagen reflejada del 3 en el espejo y la imagen real del 0 con la imagen reflejada en el espejo.

 

Pero… ¿se puede saber qué quiere Ud decirme, Sr. Psico-Pedagogo?

 

Que los diez pasos que ha dado Pepito están todos bien dados. Más aún, implementados.

 

Pero ¿cómo va a ser igual 488 que 483 o que 480? ¿No ve Ud que ahí, siempre me sobrarán 8 pavos o 5 pavos?

 

Evaluando el proceso, lo que ha hecho Pepito, D. José, es algo genial. Ha sido sembrando pistas por el camino, al mejor estilo del Código da Vinci, para que Ud D. José fuera capaz de interpretarlas, pero su inteligencia racional, que corresponde a didácticas trasnochadas, ha sido incapaz de complementar la inteligencia imaginativa con sus reflejos mentales. Lo más fácil, D. José, hubiera sido poner el dichoso 8, que Ud no hace más que reclamar. Lo realmente imaginativo es poner el 3 y el 0. Y Ud ha sido incapaz de interpretarlo. Ud solo ha considerado el mensaje manifiesto y ha sido incapaz de captar el mensaje profundo, la solución, además doble, a su pregunta. Estoy realmente sorprendido. ¡Genial este Pepito! ¡Hay que ver la elegante y creativa complementariedad entre original  y copia! ¡Realmente maravilloso!

 

Por lo tanto…

 

Por lo tanto, D. José, y por todo lo que le he expuesto, creo que Ud ha olvidado poner, con su rotulador rojo, el 1 delante del 0.

 

¡Por los cojones! – expresión impropia y pensamiento impensable en el bueno de D. José.

 

Pero espere Ud  ¿Dónde va D. José?

 

A suicidarme o a morder una farola o a rezarle a las piedras o a jugar al fútbol con el libro de Petete o a pedir la jubilación anticipada o a hacer el pino o yo qué sé…

domingo, 17 de febrero de 2008

SUEÑOS HECHOS REALIDAD

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

La sensación de total confusión mental de este hombre era preocupante. Era incapaz de poder separar sus realidades oníricas de las vivencias diarias, mezcladas en su mente sin posibilidad de que su voluntad pudiera decidir sobre cuál de ellas estaba tratando.

Rafael despertó unos segundos antes, y todavía tenía tan reciente los sueños que acababa de soñar… Vivía en un pueblo manchego, pequeño, antiguo… todos se conocían. Tenía una obsesión de hace años, que alguna vez había comentado con algún amigo. Estaba convencido de que él había vivido otra vida.

A los veinte años le invitaron a visitar un monasterio  que había muy cerca de su pueblo. Le llevaron a conocer el Monasterio de Santiago Apóstol en Uclés. Le encantó. El guía les explicó que fue sede de la Orden de Santiago, que en sus instalaciones vivió entre otros el poeta Jorge Manrique, donde escribió aquellas célebres elegías a la muerte de su padre. Que  en la parte posterior de su iglesia, delante de la puerta principal de la  misma, debajo del coro, posiblemente se encuentre la tumba de su padre…

Precisamente allí, estando en ese mismo lugar, fue cuando sintió un brutal latigazo interior, una descarga en su cerebro, que le abrió unas vivencias pretéritas imposibles de traspasar a otras personas. En el último cuarto del siglo XV, siendo maestre de la Orden de Santiago D. Alonso de Cárdenas, Rafael – llamado por entonces García-, era caballero casable de la Orden de Santiago con destino en Uclés.

Eran épocas aquellas de continuas intrigas en la orden, siempre en previsión de quién podía ocupar el maestrazgo o la administración de la misma. Se comentaba que posiblemente la reina Isabel estaba intentando que el Vaticano le concediera a la corona de Castilla la administración de la Orden de forma definitiva. Esto acabaría de una vez con la lucha interna por el poder.

De cualquier forma, no era esto lo que a él le preocupaba en estas fechas. Como caballero casable – las otras dos modalidades de la orden, los caballeros estrechos y los canónigos regulares -, son las formas de vivir de estos últimos las que le preocupaban y ponían en peligro sus aspiraciones dentro de  la Orden. 

En los tres últimos siglos, los caballeros inquisidores andaban obsesionados por los vicios relacionados con la sodomía. Era precisamente en este aspecto en el que pensaba García cada vez que le llegaban comentarios de las costumbres licenciosas de los canónigos regulares… Sus sospechas eran cada vez más fundadas…

Se encontraban por aquellas fechas, cercanas a las celebraciones de Navidad, incursos en plena campaña de exaltación de la familia. En este trabajo se vieron inmersos desde el mismo Inquisidor General, Tomás de Torquemada, hasta los canónigos regulares pertenecientes a la línea de pensamiento del citado inquisidor. Por este motivo era más preocupante su situación ante los rumores de sodomía que salpicaban a estos canónigos regulares… no sabía cómo podía afectarle a su situación en la Orden, enfrentado al poder del Inquisidor Torquemada

Ajeno a cualquier tipo de presión, guiado solamente por su deseo de aclarar de la forma más justa e imparcial el problema que le había sido encomendado, investigó hasta encontrar algo que todavía le causó mayor preocupación. Según todos los indicios, por declaraciones de implicados y testigos, incluso del entorno de los mismos canónigos, llegó a la conclusión de que debía presentar acusación contra uno de los brazos fuertes de la canonjía, D. Martín de la Cota, responsable de gran parte de la feligresía de la Orden dependiente de esta zona. Contra el canónigo de la Cota se presentaron varias declaraciones de sodomía, unidas a prestación de favores, y otros tipos de acusaciones que más tarde se concretarían.

Intentando evitar su entrega a los inquisidores, citó García a D. Martín de la Cota, buscando en complicidad algo que desvaneciera, o al menos suavizara estos malos informes que él debía presentar ante el mismo Inquisidor General, que  como he dicho anteriormente, se encontraba casualmente en Uclés, celebrando una campaña de exaltación de la familia católica. García no podía entender la defensa que el canónigo denunciado hizo de su forma de proceder. No negó los hechos, no los justificó con ningún tipo de locura, enfermedad… La única justificación que dio es que "en todas las ocasiones habían sido provocaciones de los sodomizados", y en esta situación resultaba muy difícil vencer la tentación.

García comenzó a experimentar sensaciones de ahogo, creía que sería imposible salir bien parado de este asunto. Su conciencia no le permitía ocultar estos hechos ante la Santa Inquisición, pero temía que esta presentación supusiera la condena a la hoguera del canónigo, e incluso de alguno más de los afectados. Se sentía nervioso, estresado, oía por otra parte predicar con grandes voces al Inquisidor General, D. Tomás de Torquemada, y a otros inquisidores que no le resultaba fácil reconocer. Eran voces muy cercanas, como si estuvieran acercándose a ellos, como si fueran reclamando la entrega de sus investigaciones, las voces sonaban muy cerca, muy fuerte, fuerte, a su lado…

Despertó.  Afortunadamente despertó cuando ya se encontraba acorralado…    Se dio cuenta de que tenía la televisión encendida, estaban dando las noticias. Estaban comentando algo sobre una reunión en la Plaza de Colón de Madrid, para exaltar la familia, y en ella estaban al frente el cardenal Rouco Varela de Madrid y el cardenal García Gascó de Valencia, que estaban hablando de no sé qué cosas que podían romper la democracia… Como no le interesaba el tema, cambió de canal y se quedó viendo un debate entre el Sr. Ruiz Gallardón y la Sra. Esperanza Aguirre. ¡Qué descanso, oye!

 

Ángel Pulla Dijort/Málaga         

EL VALOR DE LA PALABRA - MAESTROS

(Extracto de la conferencia celebrada en el Aula de Mayores en el año 2005)

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

 

Solamente quiero hablar del valor  subjetivo de la palabra, del valor que cada cual puede asignar a una palabra. De lo que esa palabra puede significar para cada persona y de los sentimientos que despierta en cada uno…, independientemente del significado real y objetivo de la misma.  

 

"Una imagen vale más que mil palabras".

 

Cierto. No hay forma de explicar las bellezas de una ciudad como Granada, esas calles cordobesas, esa Mezquita... Cómo explicar con palabras, sin imágenes, un cuadro como Las Meninas, la belleza y el agarre de la ciudad de Florencia, los colores de la hoz de Beteta en otoño…, con tantos tonos de colores que ni viéndolos, es posible definir.

 

Pero... si yo os dijera que una palabra vale más que mil imágenes... Algunos de vosotros - bastantes de vosotros - sí me daría la razón cuando la conociera. Muchos de vosotros la habéis amado y utilizado diariamente, y es una pena que algunos la hayáis dejado de lado, e incluso la hayáis sustituido por otras, mucho menos expresivas.

 

Yo la he utilizado pocas veces, pero siempre con un respeto, con una sensación interna de admiración, con un sentimiento de estar hablando  de alguien que merece un sitio muy importante en mi vida.

Muy pocas palabras existen en nuestro idioma, que merezcan la pena estar a la altura de la que les estoy comentando... ¡MAESTRO!

 

¿Alguno de Uds. no recuerda con especial afecto a alguno de sus maestros cuando era niño?

 

Yo no recuerdo mi época de párvulos. Pero sí recuerdo los tres años que pasé en la escuela - posteriormente ingresé en un colegio interno -, y allí sí recuerdo a mi maestro…, D. Venancio, siempre tratando de ser un maestro. En todos los órdenes de la vida. El maestro entonces era tanto dentro de la escuela, como fuera de ella… un maestro.

 

Después no he conocido muchos a los que aplicar ese nombre. ¡Todos eran profesores!

Maestro se puede ser en la vida, no solamente como educador, sino también en la forma de vivir, de entender la vida, la profesión.

 

Hay profesiones en las que al líder, se le llama maestro - maestro albañil, maestro carpintero, maestro mecánico, etc

 

 

El Maestro… Esta persona conoce a cada uno de sus alumnos, sabe su nombre, cómo es, qué le gusta. Lo conoce perfectamente. Sabe que en Matemáticas flojea, es poco aficionado al esfuerzo. Es muy  poco amigo de hacer trabajos que le requieran un especial conocimiento en ciencias, sin embargo... Todo lo que sea letras, literatura, lenguaje, historia, geografía, etc., eso le encanta.

 

 Esto lo conoce el Maestro. El profesor no lo sabe, y si lo sabe, no lo demuestra como algo suyo.

 

El Maestro llega hasta calibrar el posible alcance intelectual futuro de su alumno.

 

Creo que un maestro debe tratar de aprender los nombres de los niños, saber algo de sus gustos, aficiones, qué asignaturas le gustan, con qué materias se atraganta, sus facilidades, sus amigos. Encontrar si tiene facilidad para relacionarse; si es tímido; si tiene problemas, y si fuera posible, saber algo de su entorno familiar.

 

 Más o menos, con esta información, ya puede hacerse una idea de la persona que va a tener la ocasión de formar en sus primeros años. Empezará a preparar el sistema que  crea más adecuado para hacerse con su voluntad de formación, especialmente conseguir que él quiera aprender, que a él le sea necesario su apoyo, y que al maestro le interese especialmente su afecto, su atención, su formación -no solamente su enseñanza -.

 

Posteriormente, en la vida profesional, en el trabajo, en el desarrollo de la vida en todos sus aspectos, encuentras personas a las que afortunadamente puedes dar el título de Maestro. Yo he encontrado alguno. Recuerdo uno al que indudablemente debo llamarlo así. Fue el primer jefe que tuve, recién incorporado al trabajo. Paco Esteban. Para mí, providencial; en todo, en todos los sentidos, hasta en los que nada tenían que ver con la vida laboral. Un genio,… un padre,… un amigo,… un maestro!

Actualmente, solamente con su recuerdo, me ablanda el corazón, y le mando con gran cariño un fortísimo abrazo, siempre.

 

También encuentras en la vida diaria gente que podrían llegar a serlo. Son personas en las que encuentras las suficientes cualidades, saberes, fuerzas y virtudes, como para que puedas copiarles, admirarles y aprender a borbotones de ellos.

 

 Me refiero a mi amigo, Tomás "El Escolástico". Ya le he dicho en varias ocasiones, que si yo hubiera tenido un profesor de Filosofía como él en bachiller, yo hubiera elegido esa materia, seguro. Otro de ellos, de los que yo considero que reúne todas las condiciones, o más, para ser considerado por mí como Maestro, es Miguel. No hay más que ver el trato con sus alumnos, la pasión de su enseñanza, sus trabajos, sus escritos… Hasta su físico corresponde a la idea de Maestro que yo tengo en mi mente. ¡Va por vosotros, Maestros!

 

 

 

 

Los que habéis trabajado en la enseñanza, sobre todo si habéis estado en las escuelas de niños y niñas, en lo que antes era enseñanza primaria, luego no sé qué, después EGB, etc, bueno, pues vosotros mejor que nadie debe saber lo que supone esa eterna monotonía que yo recuerdo de mi estancia en la escuela. Un día, otro día, un mes, otro mes, un año, otro año… Eterna monotonía. Y aquellas cantinelas… "el río Miño nace en Fuente Miña, provincia de Lugo, pasa por Lugo, Orense y Tuy. Sirve de límite entre España y Portugal y desemboca en el Océano Atlántico por La Guardia. Su principal afluente es el río Sil".

 

Pero esto ocurría cuando estábamos hablando de Geografía, pero otras veces tratábamos de Matemáticas, y entonces montábamos un número con las célebres tablas: "dos por una, es dos; dos por dos, cuatro; dos por tres, seis..." y así sucesivamente. Esta era la fácil. Las peores, la del siete y la del nueve,… esas costaban mucho más, tanto que yo no sé si alguna vez las he aprendido correctamente. ¡Qué matracas, amigos! ¿Cómo podíais aguantarnos?

 

Y en Historia, no recuerdo cómo se estudiaba, o cómo se aprendía este tema, pero sí recuerdo aquellas musiquitas de "Ataulfo, Recaredo..... y Don Rodrigo". Los reyes godos. ¿Por qué y quién tenía tanto interés en que nos aprendiéramos la alineación de los godos, si lo que nosotros queríamos era aprendernos la del Valencia, la del Madrid, el Barcelona o el Málaga?

 

Es imposible que este trastorno tan grande día a día y año a año, pudiera hacerlo alguien que no tuviera dentro un deseo tan grande de educar…, un amor tan grande a los muchachos…, un poder de liderazgo ante ellos, que necesariamente tienen que ser admitidos y admirados por esas personas en ciernes, que posteriormente sentirán por ellos la misma admiración y cariño que nosotros sentimos por nuestros maestros.

 

Robándole a mi amigo Tomás el hilo conductor de sus conferencias: "Nos nacen Hombres, nos hacen Humanos, nos hacemos Personas", podemos ver la mano del maestro en este devenir. En el primer tramo, Hombres, nada tiene que ver el maestro, fuera de sus hijos; pero en los otros dos, tiene un gran porcentaje. En el segundo, Humanos, la mayor parte del trabajo corresponde al maestro; en el tercero, Personas, también tiene gran influencia, al menos en tiempo pasado.

Todos hemos tenido profesores a los que no querríamos aplicar la palabra de "maestro"… no la merecían.

 

Simplemente eran profesores, afectuosamente odiados, pero jamás los podríamos considerar como maestros.  No me digáis, los que os habéis dedicado a este menester, que no os habría gustado ser recordados como maestros por gente que pasó por vuestras manos...

 

 

 

Una persona que dedica su vida, su tiempo y todo su saber y querer a enseñar, a educar, a hacer PERSONAS, ¿qué menos puede esperar que un reconocimiento material por su trabajo? ¿Qué ficha y qué cláusula de rescisión habrá que negociar con tales "galácticos"?

 

Cualquier maestro en otras profesiones es la persona mejor pagada en esa materia. Históricamente, el maestro de escuela es la persona que más hambre pasa en el pueblo, según dice el refrán. Actualmente, cuando hablo con algún antiguo compañero mío de estudios, que se ha dedicado al magisterio, me comenta siempre el mismo descontento por los salarios, por los métodos, por los sistemas, por el estrés, por…por todo. Repito lo que os decía antes ¿cómo nos podéis aguantar? Si yo tuviera poder os declararía santos, seguramente tenéis más mérito que la mayoría de los que están en los altares.

 

Posiblemente muchos de vosotros conozcáis una novela de Josefina Aldecoa, llamada "Historia de una maestra". Por supuesto que yo creo que a vosotros no os ha ocurrido nada parecido a los avatares que han sucedido a la protagonista del libro, pero leyéndolo, es como si fueras viendo poco a poco la formación de la base donde se forja la entrañable figura del antiguo maestro de escuela. El temple que forma ese insigne personaje que de un modo u otro todos hemos conocido y, quizá, alguno de vosotros incluso hayáis podido llegar a parecer.

 

Hay una película de Fernando Fernán Gómez, titulada "La lengua de las mariposas". Siempre guardo un buen recuerdo de aquel maestro… hasta lo llegué a querer… era un hombre que vivía solamente para enseñar/educar a sus alumnos. Así entiendo yo a  un maestro

 

Antes de ser escritor, periodista, colaborador en radio y televisión, conocí casualmente a Raúl del Pozo. Era profesor de un colegio al lado del centro donde yo estudiaba, y daba clases a unos amigos míos. El año 1996 fui invitado, como ocurre desde hace muchos años, a la fiesta de la Exaltación del Vino en Montilla (Córdoba). El pregón de ese año lo dio Raúl del Pozo. Después del discurso, mientras saboreamos los ricos vinos y aperitivos, fui a saludarlo. Lógicamente, él no me recordaba de nada, y yo le recordé que estando yo en primero de bachiller, él era profesor en el colegio de al lado. Después de conversar un rato con él y con Patxi Andion, que le acompañaba, me dijo: "yo no era profesor, yo era el maestro". En aquella fecha, yo no pensé en su frase. Jamás me hubiera fijado en la distinción que me hizo de "profesor y maestro". Después sí lo he entendido. El se consideraba maestro, no profesor.

 

Le resultaba mucho más apetecible cambiar el "Sr. Profesor" por aquel "Querido maestro"

 

 

 

 

Hubo tiempos en que la situación del maestro era, cuando menos, surrealista. Nos situamos en los años 60 o 70. Se convocan oposiciones a plazas superiores de la administración pública. Imaginaos que un maestro está harto de los niños, no puede aguantar por más tiempo la escuela y quiere marcharse a otra ciudad y abandonar la enseñanza. Se le presenta una magnífica ocasión con esta convocatoria... ¡Sorpresa!

 

Si este maestro no tiene aprobado el Bachiller Superior, no puede presentarse a tal oposición. No se le considera suficientemente preparado para ello,… no le vale su carrera,… sus estudios no son suficientes. ¡Esto es indignante! ¿Cómo es posible no rebelarse contra esto?

 

Señores Maestros… ¡SOIS UNOS SANTOS! Merecéis todo mi respeto, mi aplauso y ante todo… MI ADMIRACION.

 

 

Ángel Pulla Dijort