jueves, 26 de octubre de 2017

ESTO ES CIERTO O ESTOY SOÑANDO?

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

Llevo varios días, semanas o quizá meses, quitándome de la cabeza el deseo de escribir sobre el quebradero de cabeza que empezaron unos cuantos, no sé si muchos o pocos, desde luego bastantes menos que ahora, con la sana idea – según los buenos pensantes, y a los que yo me apunto, - de que la única forma de salir de "sus propios" problemas financieros, digamos no muy correctos, era iniciar un despegue que les sacara del país que ya los estaba cercando.

¡Qué mejor forma que captar a esos cuya idea fija era dejar a este país, que según ellos les robaba – y no sabían o no querían saber que quien les robaba eran precisamente aquellos que los dirigían y que les planteaban ayudar a independizarse – y abonar fuertemente ese deseo de cuatro grupos de personas: los de la CUP, Esquerra Republicana, ANC y Ómnium Cultural, crear un "totum revolutum" de asociaciones, partidos y partidillos y reunir a antiguos partidos como CIU en nuevos partidos – o los mismos pero con nuevos nombres – y grupos con ideas parecidas o contaminadas por los ideales que les van jaleando, y llegar de esta forma a crear el clima que ellos deseaban y que, ayudados por el influjo que han podido ejercer con la inestimable ayuda de TV3, ríase usted de TVE superada por esta, o al menos igualada por la catalana, han conseguido que mucha parte de la población haya creído en esa información y esas promesas que, aunque ellos se dejaban la vida en su explicación, sabían que todo era falso y no se iba a cumplir.

Hay que reconocer que lo tenían todo muy bien preparado, bastante mejor que el gobierno, a quien han sorprendido en muchas ocasiones, y que estaban preparándose para ello, según sus propias declaraciones, desde hace más de dos años.

Lo de hoy ya ha sido para llorar o partirse a reír, no sé. El Puigdemon debe tener el corazón fuerte cuando ha aguantado estos dos días sin sufrir un descalabro. Ya no sabía si entraba o salía. Ha llegado a ofertar su dimisión para que el vicepresidente le sucediera y tomara la determinación que quisiera. Y ni aun así ha tenido suerte.

"Qué políticos tan desangelados ha dado esta generación actual", decía un coetáneo del Sr. Sole Tura, uno de los Padres de la Constitución, en un programa de radio. La palabra "desangelados" no es la que él ha dicho, pero no soy capaz de recordar cual es la exacta. La idea sí era esa.

No tenemos a nadie que sea capaz de "envidar y arrastrar" como ocurria en otras fechas atrás. Pero creo que ocurre también en toda Europa, no encuentras a nadie de ese tipo.

Solo espero que entre todos encontremos la forma de solucionar este triste problema que tantos girones está dejando en Cataluña y en otros sitios de España, y por supuesto, que a todos estos impresentables se les aplique la ley que corresponda con el rigor que sea justo. Así evitaremos que haya de inmediato segundas partes indeseadas.  



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