lunes, 28 de septiembre de 2009

ALMUDENA GRANDES, Por Ejemplo…

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

Hace años que te admiro, como escritora. Hoy, después de leer tu artículo en El País, me veo en la obligación de gritarte "¡Olé tus ovarios, Almudena!"

 

Es justamente algo que yo hubiera dicho, si yo hubiera tenido la oportunidad que tu has tenido, y que yo te agradezco que hayas puesto voz a mi pensamiento.

 

Por supuesto que lamento, como otros muchos españoles, que la sanidad española vaya poco a poco, desde hace bastantes años, perdiendo calidad, debido a la poca afección que ciertas Autonomías sienten por la sanidad pública. Y la gente los apoya…, veremos después, cuando no haya remedio, a quién reclaman los "ingenuos valedores" de la sanidad privada, o semi-privada…

 

Como también lamento desde hace muchos años la decadencia de la enseñanza pública. Pagas, tienes calidad de enseñanza, no pagas… eso es lo que hay.

 

Hay ocasiones en que no es necesario que haya un gran filósofo hablando para escuchar una frase que te haga pensar. Cualquier persona, sea quien sea, es capaz de darte un punto de meditación, una razón para reflexionar… Un jugador de fútbol, holandés, llamado algo así como Van der Vaart, dice a un periodista: "Si te quedas quieto, retrocedes". Es cierto, retrocedes. Eso mismo es lo que nos ha pasado a nosotros. Hemos retrocedido, por quedarnos quietos, por no habernos movilizado, a su debido tiempo, para exigir la calidad que era nuestro patrimonio. Y la perdimos.

 

Sed libres, pero no dejéis que os colonicen. ¿Dónde está la libertad y quién coloniza a quién?  Es incomprensible que tras treinta años de democracia, de LIBERTAD, algunos individuos (para mi indeseables), quizá COLONIZADOS, y otros señores, definidos por un presidente de la Audiencia como "muy dignos magistrados", están unos tratando y otros indagando si al juez Baltasar Garzón hay que sentarlo en el banquillo, para tratar de "congelarlo" y que no pueda llevar a cabo algo que hace MUCHOS AÑOS DEBIÓ HACERSE, y si no hay c… para hacerlo, ¡DIMITAN, COÑO!  y que vengan otros que tengan las suficientes agallas para llevar a cabo algo que deja boquiabiertos a cuantos extranjeros hablan de lo mismo: "Los españoles no son capaces de aclarar todo lo relacionado con los asesinatos producidos durante y tras la dictadura de Franco". ¡qué cierto es eso!

 

No entiendo nada de justicia, pero… ¿realmente en este país alguien sabe lo que es la justicia? Esos "dignísimos señores magistrados", que están viendo el caso de la denuncia de un sindicato de extrema derecha (¿cómo puede esa gente llamarse sindicato, sin que UGT y CCOO renuncien al nombre?) esos señores, dan la impresión de que miran con cierto regocijo la posible salida del asunto.

 

A mi me recuerda aquel chiste del monaguillo, que cuando murió el Papa, se puso a repicar las campanas. Preguntado sobre la causa de aquel jolgorio, respondió "el escalafón es el escalafón".

 

Por  otra parte, y siempre partiendo de mi total ignorancia del derecho, me pregunto, si con tan general complacencia se veía cuando este mismo juez, el Sr. Garzón, perseguía al dictador Pinochet, por ejemplo, ¿no debió también ser perseguido, juzgado y condenado por estos mismos "dignísimos señores magistrados", igual que en el presente caso?

 

Qué vergüenza ajena se siente en muchas ocasiones cuando te encuentras con casos semejantes en esta nuestra España del alma…

 

Y curiosamente es casi siempre por asuntos referentes a la justicia, cuando menos entiendes las reacciones de algunos encargados de administrarla. El presidente a la Audiencia de Valencia…, los jueces que han aceptado y tratado asuntos referentes a Educación para la Ciudadanía…, por cierto, en Andalucía le llamaban al juzgado donde se trató este asunto, "El Vaticano", ¿por qué será?... etc. etc.

 

Sed buenos, si podéis. La mujer del César no solo debe ser buena, sino parecerlo. Exactamente. Eso mismo debemos decir del "dignísimo señor magistrado", presidente de la Audiencia de Valencia (¿o es del Supremo de Valencia?).

 

Recibe el informe policial sobre los asuntos del "Bigotes" con el Secretario General del PP y en Vicepresidente de la Generalitat (según el portavoz del PP valenciano, puede ser un montaje ¿?), recibe este informe el día 31 de julio. El día 3 de agosto decide archivar el caso, porque no tiene nada que ver con el supuesto caso juzgado sobre el Señor Camps… ¿Este individuo merece que le llamen "Dignísimo señor Magistrado? ¡Por favor, no me toquen las narices! No solamente hay que ser bueno, HAY QUE PARECERLO TAMBIEN.

No dudo de la integridad de los jueces. Supongo que la mayoría de ellos son justos. Supongo.

 

Aunque a veces pueda tener mis dudas. Yo recuerdo a un amigo que tenía una empresa de compra-venta de automóviles. Un cara-dura le estafó unos quince millones de pesetas. Denuncia y al cabo de cuatro o cinco años, se señala el juicio. Presentó cuantos documentos había, testigos,… El juez dictaminó que no podía condenar al individuo porque no había quedado suficientemente probado el hecho… Para el resto de los allegados y para los testigos sí, pero…

 

Por cierto, leo en un periódico deportivo que un árbitro había denunciado a un jugador por haberle llamado "hijo de puta". Dijo el juez que eso no era delito. Me hubiera gustado saber si lo era en el caso de que el insultado hubiera sido el juez. Saber que llamarle hijo de puta a un juez tampoco era delito…

 

Yo, por si acaso, no se lo llamaría, por si acaso… Pero hay veces que se me ocurre cada cosa…

 

¡Almudena, tú sabes y tienes poder! ¡Ahí tienes a Garzón, acusado por la ultraderecha, y a punto de ser procesado por perseguir la verdad!

 

Cosas veredes, Sancho, que harán temblar las paredes…

 

25 de septiembre de 2009  

    

domingo, 27 de septiembre de 2009

SALAMANCA

Tomás Morales Cañedo/Prof. Filosofía

Mayo 2009                                       

 

         Acabo de regresar de mi Salamanca. He recorrido y revivido mis muchos paseos por la Plaza Mayor, en el doble sentido, sabiendo que ya no iba a encontrar a mi amigo Jerónimo. He salido por el arco del Corrillo y, tras visitar la Iglesia de San Martín, donde mi antiguo profesor de Literatura Comparada, D. Andrés Fuentes, cura, nos decía que, si alguna vez nos echábamos novia, no fuera de una chica que acudiera mucho a la iglesia, porque carecían de la alegría de vivir.

 

          He enfilado la Calle de La Rúa y, tras sentarme, contemplando la fachada de Anaya, he visto al "astronauta". Que no es un buzo, sino un astronauta.

         Escuchar a algún improvisado cicerone y oír de seres extraterrestres, ya en el siglo XVI…

         El "astronauta" está en la Puerta de Ramos de la Catedral Nueva, desde el XVI al XVIII, pero que estaba (la puerta) muy deteriorada.

         Yo estuve, en 1993, viendo "las Edades del Hombre: el contrapunto y su mirada", cuando Salamanca fue elegida sede de dicha fundación.

         Un cantero, llamado Miguel Romero, fue el autor del "astronauta", un añadido en la estructuración de la Catedral. Es el símbolo de la modernidad. El "contrapunto" al resto. Es como un guiño secreto, una firma.

         Todos van buscando al astronauta de la Catedral y nadie se fija que hay otros adornos. Debajo del astronauta hay un lince, a su derecha un toro y, debajo del toro hay un dragón con un helado de tres bolas, que está sonriendo.

         Junto a la puerta, a la derecha, podemos ver tres figuras que representan el agua, el cielo y la tierra, son un cangrejo de río, una cigüeña y una liebre.

         La liebre, como es la que está más a mano, está muy "manoseada" porque, si le pides un deseo y le pasas la mano te lo concede.

         No dice nada la tradición de que el deseo tenga que ser secreto así que yo pedí un gran deseo (no el principal, como todos comprenderéis) "que nunca merme la amistad de todos nosotros, amigos que esto leáis".

         Estas cosas, no deben extrañarnos. En la Catedral de Palencia (siglo XIV) hay un Fotógrafo; en la de Calahorra (siglo XVII), un teléfono móvil. Y, lo más de lo más, en Trujillo (siglo XIII) un escudo del Atletic de Bilbao.

 

         Pero tenía que continuar y,  como cada año,  me encontré sentado en el primer banco, extasiándome ante el Retablo Mayor de la Catedral Vieja.

        

         Siglo XV. 53 tablas ordenadas de abajo a arriba y de izquierda a derecha. Una historia, la Historia de la Salvación, en imágenes, con escenas de la vida de María y de Jesús. Pero sobre todo, el remate final, en lo alto del ábside, con el imponente Juicio Final.

         A la derecha de Cristo, los salvados, vestidos de blanco. A su izquierda, los condenados, desnudos y que parecen caminar hacia "la boca de un monstruo gigante".

         Entre los condenados, los rostros de algún Obispo y algún Papa (alusión a que nadie está libre del Juicio Final).

 

          He rodeado la antigua Facultad de Derecho y me he dado de bruces con la Clerecía y la Casa de las Conchas. Cinco años pasando, casi a diario, para ir a mi Universidad Pontificia.

         Me he parado, sin prisa, en la esquina de la Casa de las Conchas. La "Esquina de los tres coños" (¡perdón!). Aunque dicen que el nombre era porque, al dar la vuelta, uno cualquiera exclamaba: "Coño, ¡qué bonito!", "Coño, ¡qué frío!". "Coño, ¡qué calle tan larga!". La verdad era que para nosotros, sólo se mantenía uno de ellos.

         Contemplar la salida de los alumnos de la Universidad Pontificia, los días lectivos, hacía exclamar, a cualquiera: "Coño ¡cuánto cura!", "Coño ¡cuánta monja!" y "Coño, ¡cuánto frío!".

 

         Enfilando la calle Libreros, como siempre. Cantidad de turistas alucinando ante la fachada plateresca (como si la hubiera hecho un platero labrando filigranas sobre una joya) de la Universidad, siglo XVI, y, como siempre, ¡a la búsqueda de la rana perdida!". Y, como casi siempre, los improvisados y espabilados cicerones, cambiando la historia según sean estudiantes o jubilados, queriéndoles sacar algún que otro euro y ofreciéndose a hacerles ver la rana sobre la calavera para que no le ocurran no sé cuantas desgracias si se fueran sin verla.

         La dichosa rana que, según la tradición, traía la buena suerte a los universitarios y el estudiante que no la viera no aprobaba. Aunque, para otros, la rana es el símbolo de la lujuria, sobre una calavera, y el que la viera tendría una vida sexual exagerada.

         ¡Hay que ver el desborde de imaginación ante una "boutade" de un cantero cachondo!

 

         Y…. ¡el no va más! He franqueado la puerta y me he dado, de narices, con el patio ajardinado y su ciprés.

         Todos sabíamos que Gerardo Diego, en el verano de 1924, visitando el Monasterio de Silos, quedó deslumbrado por el ciprés del claustro del monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos y, esa misma noche, creó el inmortal soneto, desde entonces prendido a su nombre. "El ciprés de Silos":

        

                   "Enhiesto surtidor de sombra y sueño

                  Que acongojas al cielo con tu lanza.

                  Chorro que a las estrellas casi alcanza

                  ………

                  Flecha de fe. Saeta de esperanza

                  ………

                  Mudo ciprés en el fervor de Silos".

 

         Paco, Antonio, Jerónimo y yo, sentados en el banco del claustro ajardinado, mirando el ciprés, veíamos a Gerardo Diego, y lo recitábamos, convencidos de que ese soneto podía haber salido de su imaginación si hubiera descubierto nuestro ciprés antes que el de Silos.

 

         Soneto espiritual, que invita a mirar a las estrellas y a elevar el alma.

 

         Y, a veces, en oposición, alguno de nosotros, seguía con:

        

                   "A un olmo seco"

 

         (Un canto y añoranza a una vida que se va. Un triste lamento)  

        

                   "Al olmo viejo, hendido por el rayo

                   Y en su mitad podrido"

 

                   (la enfermedad de Leonor, la joven esposa de D. Antonio Machado)

 

                   "Con las lluvias de Abril y el sol de Mayo

                   Algunas hojas verdes le han salido"

 

                   (la pequeña, pero pasajera, mejoría primaveral experimentada por Leonor).

 

         Nuestra mente, funciona así, por oposición. En pleno Agosto nuestra memoria nos trae recuerdos del frío que pasamos aquella tarde en… Y viceversa.

 

         Y he subido por la majestuosa escalera que lleva a la Biblioteca, donde tantas tardes pasé, estudiando e intentando ligar a aquella muchacha de Derecho, que nunca me hacía caso. Y me he sentado en los sillones, apoyando mis codos en esas mesas gordas y alargadas.

 

         Luego, sentado en el primer banco, del aula de Fray Luis, he cerrado los ojos y me he imaginado al fraile, preso por la Santa Inquisición y recién liberado de la cárcel, reiniciando la clase interrumpida años atrás: "Como decíamos ayer…".

 

         Pero cuando empecé a llorar, de emoción, fue cuando entré en el Aula Magna, donde tantas conferencias escuché, y me imaginaba la escena. Don Miguel de Unamuno, que ejercía de anfitrión, como Rector de la Universidad, Dñª Carmen Polo de Franco, el Obispo de Salamanca, Pla y Daniel y el mutilado, tuerto y manco, general Millán Astray, fundador de la Legión, a imitación de la francesa y que, al momento, apostó por la rebelión de Franco, contra el gobierno legal republicano.

 

         ¿Lo recuerdan?

 

         Era el 12 de Octubre de 1936, era el día de la Raza (ahora llamado día de la Hispanidad). En el paraninfo de la Universidad.

         Las dos Españas, claramente definidas en dos personajes públicos. La fuerza de la Razón y la razón de la Fuerza. Uno defensor de la libertad, de la cultura, del pensamiento,… en una palabra, de la vida; el otro, desde su puesto de Jefe de Radio y Propaganda, había lanzado el "heroico" grito de "Viva la muerte", secundado y popularizado por miles de fanáticos.

 

         Unamuno, personaje siempre contradictorio, desilusionado por la República, con la que había colaborado para su implantación, defendía, en esos momentos, la causa de Franco, más que como "apoyo a" Franco como "desafecto con" la desilusionante república, guiada por el sentimiento más que por la razón, por la revancha más que por la sensatez, pero "legal".

 

         Abre el acto Millán Astray con un discurso lacerante para la razón. Hablaba de "cortar en carne viva el cáncer de los vascos y de los catalanes y que, de esa forma, se sanaría a España". Y, ebrio ya en sus discursos, comenzó a dar gritos y vivas, entre los que no faltó su acostumbrado "Viva la muerte!

         Se sentó, vibrante aún el general, tras su fogoso envite.

         Unamuno, al que le tocaba hablar, con la mano en la frente, parecía meditar, se levantó pausadamente.

         Todos los ojos de los asistentes, que lo conocían, estaban fijos en él. Se hizo un silencio absoluto, y Don Miguel de Unamuno comenzó a hablar:

 

         "Estáis esperando mis palabras; me conocéis bien y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir. Porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia.

         Quiero hacer algunos comentarios al discurso, por llamarle de algún modo, del general Millán Astray.

         Dejaré a un lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao. Y el obispo –y Unamuno señaló, con su dedo acusador, al asustado prelado- lo quiera o no lo quiera, es catalán, nacido en Barcelona".

 

         Se detuvo Unamuno. La sala, repleta, estaba enmudecida. Algo grave iba a pasar. Lo que iba a decir el Rector nadie lo imaginaba.

 

         "Acabo de oír el necrófilo e insensato grito de "Viva la muerte" y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían, he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente.

         El general Millán Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto en un tono más bajo. Es un inválido de guerra; también lo fue Cervantes.

         Pero, desgraciadamente, en España hay, actualmente, demasiados mutilados y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más.

         Me atormenta pensar que el general Millán Astray pudiera dictar la norma de la psicología de la masa.

         Un mutilado que carezca de la grandeza moral de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio, viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor".

 

         En este punto del discurso, Millán Astray no pudo contenerse por más tiempo y, poniéndose de pie, gritó: "!Abajo la inteligencia¡ ¡Viva la muerte!". Y fue coreado por la totalidad de los asistentes al acto que se celebraba en el paraninfo.

         Colérico ya y, visiblemente nervioso, Unamuno finalizó su discurso de esta forma:

 

         "Éste es el Templo de la Inteligencia y yo su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto; venceréis, porque tenéis fuerza bruta, pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir y, para persuadir, necesitaríais algo que os falta: Razón y Derecho en la lucha.

         Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho".

 

         Hubo un conato de intento de agresión en ese momento por parte de los acompañantes de Millán Astray a Unamuno. Lo impidió la esposa del general Franco, que salió con Unamuno del recinto.

 

         Ésta fue, quizá, la última clase del Profesor, porque el 31 de Diciembre de ese mismo año moría, de pena, confinado en su propia casa, ¿la recuerdan?. "La casa de las muertes", casi frente al Palacio de Monterrey.

 

         La disputa con el general Millán Astray le había costado el cese fulminante de todos sus cargos.

 

         De nuevo las Letras y las Armas. El poeta, el intelectual y el soldado. La fuerza de la Imaginación, de la Razón y la razón de la fuerza. El convencer y el vencer. El alma y el cuerpo.

 

         El poder. Ejercido por el Capital, ejercido por el Ejército, ejercido por la Iglesia,… ¿Cuándo por la Inteligencia, por la Palabra, por la Razón?.

 

         Es lo que llevo preguntándome toda la vida.

domingo, 20 de septiembre de 2009

MONCLOA Y TAUMATURGIA

Tomás Morales Cañedo/Prof. De Filosofía

Junio 2009                                       

                                                       

 

         La Moncloa es la residencia oficial de los presidentes de gobierno en España.

         Taumaturgia es la "facultad de realizar prodigios, milagros, hechos extraordinarios". También se la denomina "hechicería", "sortilegio", "magia".

 

         Jesús de Nazaret era un taumaturgo (o, al menos, eso es lo que mucha gente creía). La hemorroísa (la mujer que padecía de hemorroides o almorranas) estaba convencida de que si tocaba la capa del nazareno se curaría de la enfermedad (una enfermedad maldita, tenía relación con la sangre, además por el ano, como si no fuera bastante la de la matriz, una mujer con doble hemorragia).

         El taumaturgo, el capaz de hacer milagros, el curador o sanador, siempre, en todo lugar, ha sido bien considerado.

         El taumaturgo se ve rodeado de un halo, de una aureola, que se extiende alrededor de sí, rodeándolo, y que, cuando está cerca de las personas, irradia, y le afecta a los que le rodean, produciendo milagros o prodigios.

 

         Yo no sé qué tiene La Moncloa, que parece imprimir carácter a quien la habita, creyéndose un taumaturgo, un capaz de hacer milagros.

         Pero todos sabemos que La Moncloa es una casa de alquiler, y que nunca está en venta, y que nunca tiene/ni va a tener propietario, por más que los candidatos ganadores, cuando entran, hacen lo posible en quedarse en ella permanentemente.

         La Moncloa sólo admite inquilinos, además temporales. El contrato de alquiler lleva impresa una fecha, aunque indeterminada, llegada la cual, deberá ser abandonada, llevándose, eso sí, sus efectos personales.

 

         El monclovita, el taumaturgo, está convencido de sus poderes. De que ese halo de misterio que lo circunda va exhalando "sim-patía" a todo el que se acerca, quedando éste prendado y prendido.

 

         Ese inquilino, al que los demás le pagamos el alquiler, se enfada con nosotros si, llegado el momento, ha tenido que abandonar la casa.

         El que está no quiere irse y el nuevo pretendiente quiere ser él quien firme el nuevo contrato.

 

         Pero ¿qué tendrá La Moncloa?

 

         El monclovita taumaturgo de turno, no es que se considere "necesario" para España, (que lo es) es que se considera "imprescindible" (y esto ya no lo es).

         Por eso, cuando llegan una elecciones, tanto el monclovita, como el aspirante a serlo (aunque éste un poco menos) quieren estar presentes en todos los mítines.

 

         "Llénenme un polideportivo de pensionistas, de afiliados y de todo aquel que quiera una banderita o un llavero o un bocadillo y ¡déjenme sólo¡ que, en cuanto yo entre allí, en persona, (no importa cómo vaya, lo fundamental es estar) se derramará sobre las cabezas y los corazones de los asistentes, cual un nuevo Pentecostés laico sobre los apóstoles, y no es que comiencen a hablar lenguas, sino que tendremos asegurado el SÍ para nosotros o, al menos, el NO para mi adversario (que es casi lo mismo)".

 

         -Pero ¡oiga¡, en los tiempos en que vivimos, con las nuevas tecnologías, Ud.,  desde la misma Moncloa, en directo, puede conectar con el polideportivo, ser visto en 4 pantallas gigantes, estará Ud. descansado, con el mensaje que les quiera transmitir perfectamente trabado, tranquilo, podrán verlo y oírlo…

 

         El monclovita, y el aspirante a serlo, se negará, en rotundo. Ellos no necesitan sólo "conectar", sino, sobre todo, "contactar".

         No necesitan tanto ser vistos y oídos como estrechar manos, dar besos, oír en directo los "vivas" y los piropos. Necesitan oler a humanidad.

 

         Necesitan sentir lo que a distancia no puede ser sentido. Esos otros sentidos. El tocar y ser tocados. Como al Nazareno, aunque no haya hemorroísas por allí, pero hay personas necesitadas de promesas.

         El taumaturgo de turno verá un voto en cualquiera que pueda, en directo, verlo y oírlo, pero sobre todo olerlo y tocarlo y abrazarlo y besarlo y un contagio provechoso saldrá de él que…

 

         ¿Qué tendrá La Moncloa que, tanto al que la habita como al pretendiente a habitarla le contagia un "no sé qué que queda balbuciendo…."?

lunes, 14 de septiembre de 2009

TODOS NECESITAMOS UN APOYO

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

Todos necesitamos, buscamos siempre un apoyo. Siempre necesitamos algo o alguien en quien apoyarnos para seguir elaborando un proyecto, para seguir planificando, viviendo… todos necesitamos un apoyo.

 

La sociedad entera busca y encuentra esos apoyos. Los padres, uno en el otro. Los hijos, en los padres. Entre amigos, entre compañeros, en los colegios… ¿en quién se apoya el maestro? En las empresas, en las sociedades. A veces es tan difícil encontrar un apoyo…

 

¿En quien se apoya el responsable? El jefe también necesita ese apoyo. ¿Quién es capaz de apoyar al jefe, exponiéndose a las críticas del resto?

 

Es muy difícil encontrar un punto fiable de apoyo cuando se está dirigiendo a la gente, con responsabilidades, con obligaciones y con el objetivo de que no quieres tener a tu lado aduladores… Yo he necesitado encontrar una base fuerte de apoyo…, y la he buscado… No era fácil encontrarla. Aunque parezca mentira, no es tan fácil encontrar en las empresas personas con la suficiente preparación y con el  ánimo de servir de apoyo, sabiendo que será simplemente eso, un apoyo, sin más que esperar…

 

Cuando más lo has necesitado, siempre encuentras a la persona que te sustenta, te apoya, te sirve de base para tu supervivencia. ¡A mí me lo van a decir! Sin la ayuda de mi compañera me hubiera sido imposible salir adelante después de mi accidente cerebral. Todos necesitamos un apoyo. En todas las situaciones. En cualquier puesto.

 

Por esto, no encuentro explicación a las personas que suelen salir constantemente con enfrentamientos verbales ante cualquier tipo de dialogo que se les proponga. Precisamente de esas situaciones suele salir un buen tipo de apoyo para tus ideas, para tus posturas o para tus proyectos. ¡Cuántas veces, tras una larga discusión dialogada sobre distintos puntos de vista, has conseguido encontrar esa solución que tanto habías perseguido para tal o cual problema empresarial…!

 

Supongo que muchos de vosotros habréis oído comentar las célebres "tormentas de ideas". Cuando empiezas a oír su juego… siempre piensas que eso es un camelo, que eso no es serio… una vez que lo conoces, que ves su funcionamiento y sobre todo, sus resultados… ¡qué sorpresa! ¡Es una verdadera fuente de soluciones!

 

Muchos de vosotros recordareis los enfrentamientos entre dos personas, que a mí me han fascinado, y a quienes he admirado, a pesar de los pesares. Me refiero a Felipe González y Alfonso Guerra. Inconcebibles el uno sin el otro.    

 

 

Y no porque fueran personas compatibles, compenetradas, con igualdad o semejanza de caracteres, de gustos, etc. No. Simplemente, en su quehacer, en su sistema, se complementaban. Yo pienso que más bien, el verdadero apoyo de González fue su compañera, Carmen. Ironías de la vida…

 

Al recordar estas cosas de hace tantos años, me viene a la cabeza la noche en que, tras entregar el acta de la mesa de la era presidente, sería alrededor de las doce de la noche, llego a mi casa y estaban esperando Pepa y un matrimonio amigo, compañero en la UGT, de la éramos representantes en la empresa. ¡Y salimos a las una y pico de la mañana a celebrar el triunfo socialista por las calles de Valencia! Era una seña de triunfo para las ideas que para cuatro chavales como nosotros significaba el triunfo de personas como las anteriormente citadas  (Felipe y Guerra), que representaban la mayor esperanza de cambio que todos esperábamos…  

 

Cada uno tiene unas ideas, a veces claras y otras no tanto, pero que cuando de pronto se ven reflejadas en la realidad, te produce una fuerte llamada, una impresión de que aquello que tu esperabas, está camino de realizarse.

 

Eso resultó para mí el salto al poder de alguien como Felipe González. La esperanza de que "aquello algo que no sabías bien qué era" se había hecho realidad. Y te produce una profunda satisfacción.

 

El otro día oí a Fernando Delgado en un artículo suyo, decir algo así como que "todos estamos hechos, formados, de trozos de memoria". Todos lo estamos, y eres más consciente de ello cuando, por cualquier motivo, la memoria te falla, notas su falta, sientes el vacío dentro de tu cerebro, te falta una parte importantísima de tu vida. Por eso cuando recuerdas hechos, a veces insignificantes, que te remueven por dentro, agradeces tener tus trozos de tu formación en activo… 

 

Colita, apodo con el que se conocía a una célebre fotógrafa catalana, se retiró de la fotografía, después de haber hecho famosa como la mejor retratista, por lo que fue premiada con la Cruz de San Jorge. Esta famosa retratista, retirada hace unos años, ante la pregunta de un periodista de si volvería alguna vez a ejercer su profesión, contestó: "Solo volvería a fotografiar si fuera para retratar a los banqueros culpables de la crisis financiera entrando en la cárcel" ¡Ole tus ovarios! Y yo que lo viera…

 

Y vuelvo a la parte con la comencé el artículo. Todos necesitamos en quién apoyarnos. Temo a aquellas personas que desprecian sus apoyos o que están convencidos de que son tan fuertes que no los necesitan. Me dan pánico…   

 

  

 

 

 

 

sábado, 12 de septiembre de 2009

VICENTE FERRER   (DESCANSE EN PAZ)

Tomás Morales Cañedo/Prof. Filosofía

Julio 2009                                        

                                                                 

 

         Dice un autor (de cuyo nombre ni quiero ni puedo acordarme) que "Todo Idealista es un hombre Cualitativo" y luego aclara que "el hombre cualitativo es el que posee el sentido de las diferencias que le permite distinguir entre lo malo que observa y lo mejor que se imagina".

         Añade, luego, el pensador que "los hombres sin ideales son cuantitativos, pueden apreciar el más y el menos, pero nunca lo mejor de lo peor".

 

         ¡Chapeau!

 

         También J.A. Marina afirma dice que el mundo es de los optimistas, porque sólo ellos pueden mejorarlo. Los pesimistas, en cambio, siempre clavados y mirando por el retrovisor, están paralizados respecto al futuro y son incapaces de incrementar el bien en el mundo.

 

         Acaba de morir el español y catalán VICENTE FERRER.

 

         Todo han sido alabanzas, por parte de todos, tanto para él como para su obra (el único silencio que "se ha oído" ha sido el de la Jerarquía Eclesiástica Española, tan ocupada en rememorar el no sé cuántos aniversario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles, en Getafe (Madrid)).

 

         Se habla de Vicente Ferrer como ejemplo de "calidad humana".

 

         Ese mismo autor (del que ni me acuerdo ni me interesa, pero que tengo aquí en las notas de mi libretilla que siempre me acompaña) dice que: "Calidad humana es el conjunto de valores, hábitos, características y actitudes mentales que hacen del ser humano (en este caso Vicente Ferrer) un individuo íntegro, ético y responsable, consigo mismo y con sus semejantes".

 

         ¡Buen retrato! Sí señor.

 

         Desde que entró en contacto con la pobreza viviente y andante encontró motivos para no morir e impregnó su vida de sentido.

         Nunca intentó llegar a la meta, porque no existía tal meta. Lo suyo era caminar y seguir caminando ayudando a los tullidos de la miseria.

         Hasta que un día el cerebro se le quemó de tanto esfuerzo, se le paró, dijo ¡basta! y lo mató.

 

         Lo mató a él físicamente pero no a su enorme obra social, que ahí está, continúa y continuará.

 

         El era un líder, pero no de los que manda, sino al que le seguían todos cuantos lo conocieron.

         Fue una persona físicamente débil, pero educada, ejemplar.

         Una persona "de fiar" (y con eso está dicho todo).

 

         Quien se le acercara sintonizaba con él, sabía comunicar y comunicarse, trabajaba sin parar, y, como los inteligentes, siempre en equipo.

         Su obra era solidaria y tan extensa que nadie, en solitario, podría echársela a sus espaldas y cargar con ella.

 

         Su escala de valores estaba muy bien definida: "lo sagrado son los otros".

 

         Mejorarlos y mejorar su mundo era su objetivo.

         Amigo de puentes que comuniquen y no de muros que separen. Nadie se sintió ajeno.

 

         No es de extrañar que las buenas lenguas, ya en vida, lo llamaran "el santo laico", porque los santos son los que, sin necesidad de decirlo, practican el Amor.

 

         Claro que Amar - dice el dichoso autor del que no recuerdo su nombre- es un acróstico.

         1.- A = Ambición.

         2.- M = Motivación.

                   (y de 1 y 2 sale...)

         3.- Acción.

                   (y de los tres anteriores sale la fruta, ya madura,..)

         4.- R = Resultados.

 

         ¿RESULTADOS?

 

-         40.000 viviendas.

-         3 Hospitales Generales.

-         1 Centro para enfermos  de S.I.D.A.

-         14 Clínicas Rurales.

-         1.696 Escuelas y Centros de Enseñanza.

-         120 Bibliotecas para 158.000 alumnos de Primaria y Secundaria.

-         1 Centro especial para Ciegos, Sordos y Disminuidos Psíquicos.

-         Miles de pozos para agua potable y para riego

-         2.300 embalses.

-         3.000.000 de árboles frutales

-         Apadrinamiento de 135.000 niños desamparados.

-         (Seguro que me dejo más resultados, pero…)

 

         ¡Joer! ¡Casi na! (que diría el castizo).

 

         Si, además, todos esos cuatro pasos anteriores se realizan, como él lo hacía, no sólo personalmente, sino en equipo… como Organización… (primero fue la R.D.T. = Consorcio para el Desarrollo Rural), luego F.V.F (Fundación Vicente Ferrer).

         Pues mejor que mejor.

 

         Si es verdad que la Inteligencia no tiene como meta descubrir la verdad sino conseguir la felicidad…

         Si, además, esa inteligencia no es centrípeta, sino centrífuga, no sólo moral, sino sobre todo ética…

         Si a lo que aspiraba era a aliviar y a erradicar la pobreza, la miseria, el hambre, las enfermedades, la injusticia,… sembrando solidaridad y haciendo germinar riqueza interna.

         Si…

 

         Estamos hablando de VICENTE FERRER, físicamente muerto pero más vivo que nunca en el recuerdo de todos y en la vida de muchos.

 

         Precisamente en la tierra de Gandhi, allí mismo donde cantara el poeta, puso en práctica, vivió para hacer realidad el deseo o mandato del poeta: "SÉ EL CAMBIO QUE QUIERES VER EN EL MUNDO".

 

         Si el inteligente es el que ve en lo que hay y tiene delante sus posibilidades…

         Si el inteligente es el que ve en un palo, un mango, una flecha, una palanca, un combustible, un arma defensiva u ofensiva, un poste,….

        

         Este hombre, muerto pero cada vez más vivo, era tan inteligente que en tanta miseria y pobreza externa de tanta gente medio muerta veía riqueza interna en personas vivas.

 

         ¡Qué bien le vendrían los 900.000 € con que se dota el Premio Nóbel de la Paz!

 

         ¿Habrá, ahora mismo, alguien que se la merezca más que la F.V.F.?

 

         Fue no una buena persona, fue una EXCELENTE persona.

 

         ¡Descansa En Paz! Vicente Ferrer. Te lo mereces.