viernes, 30 de octubre de 2009

EL OPTIMISTA Y EL PESIMISTA

Tomás Morales Cañedo

Mayo 2009                                       

 

                                                                 

         No. No voy a escribir sobre la "botella medio llena o medio vacía" (que es en lo que estabais pensando).

 

         Me refiero a un libro que adquirí hace unos meses. Ya sabéis. Librería Prometeo Ocasión. 3 €. 345 páginas.

         Autor: un periodista, José María Perceval.

         Título: "Del Big Bang al fin del mundo".

         Efectivamente el primer capítulo (o como quiera llamársele) se titula: "Hace…. ni se sabe. Explosión del Big Bang" y el último lleva por título: "Dentro de…. ni se sabe. El fin del mundo".

 

         La estructura del libro es muy simple (y me recuerda a Galileo, la estructura, no el contenido).

         1.- Una fecha (por ejemplo, y abro al azar) 1928.

         2.- Un título: La penicilina. El antibiótico curalotodo.

         3.- Luego intervención del Autor, siempre el primero, quien expone, lo más resumida e imparcial y objetivamente posible, el tema.

         4.- A continuación le cede la palabra (o la pluma) al Optimista, que da "su" versión de ese hecho.

         5.- Finalmente se la da al Pesimista que, también, da "su" versión.

                  (En realidad toman alternativamente la palabra o la pluma uno u otro, comenzando uno u otro y siguiendo el otro o el uno).

        

         Pero deja la cuestión abierta para que el lector, tú, te posiciones, matices, disientas, consientas,… ¡Allá tú! Es tu turno. Te toca.

 

         Transcribo algunas sentencias de personajes ilustres, que aparecen al principio.

 

         "Los hechos siempre tienen matices. Quien ve las cosas claras o es fascista o es tonto". (Antonio Gramsci).

 

         "No mires demasiado hacia atrás porque el porvenir te dará en tus narices de payaso" (Darío Fo (me parece)).

 

         "El drama de la historia es que los actores de la misma se creen el papel que representan" (Constantino Cavafis).

 

         "La historia es dramática cuando se toma en serio" (Marx (adivine cuál)).

 

         Quizás sea por esto por lo que el Autor, al finalizar su Prólogo, afirma: "Si, por el contrario, quiere un libro de historia tradicional y aburrirse, tire este volumen a la basura –una vez pagado el libro, su autor se considera totalmente satisfecho con la utilización que le destine – y bostece con una historia seria".

 

         Para muestra un botón.

 

         1.- 1870.

 

         2.- Dogma de la infalibilidad papal.

 

         3.- El 19 de julio, con Roma asediada por las tropas italianas, la Santa Sede proclama el dogma de la Infalibilidad del Papa. Por 533 votos a favor y 2 en contra, los dirigentes de la Iglesia, reunidos en el Concilio Vaticano I, proclaman que, cuando el Papa habla "ex Cátedra" (es decir, cuando se exprese como doctor de la Iglesia) sobre materias de fe o costumbres, goza del privilegio de ser infalible.

 

         4.- OPTIMISTA. El Papado, que está dejando de ser un poder temporal, reafirma, en 1870, su poder espiritual. Es una compensación necesaria que le convertirá en una institución estable y en uno de los faros espirituales del siglo XX. La infalibilidad sólo afecta al dogma, mientras que todo lo demás es objeto de opinión.

         El papado, forzado, inicia un camino que lo llevará a la separación del poder temporal y, finalmente, a las conclusiones renovadoras del Concilio Vaticano  II.

         El dogma no se ha utilizado más que en cuestiones de fe, desde entonces.

 

         5.- PESIMISTA. Menudo fardo se echó la Iglesia encima con esta locura impuesta por el retrógrado y ahora santo Pío IX. Obsesionado por el poder temporal de los Estados Pontificios que sus santos ejércitos perdían frente a los italianos, este pontífice se agarró al poder espiritual de la amenaza.

         Los mejores intelectuales católicos de la época manifestaron su oposición y fueron acallados. Alemania reaccionó dándole la espalda al Papado.

         Probablemente la Iglesia firmó su sentencia de muerte con semejante norma, inaceptable para la unidad de los cristianos, por mucho ecumenismo que pretendan los descendientes de Pío IX.

         ¿Es hombre o semidios el Papa, como pretende este dogma? Por mucho que se disfrace como cordero el sucesor de Pedro, el pontífice vestido siempre de blanco puro e inmaculado, con el dogma de su infalibilidad, muestra el rabo de la soberbia demoníaca.

         Así le va (al Papado y a la Iglesia) en el mundo moderno.

 

         Y se acabó. Ahora te toca a ti decidirte por uno, por el otro, por ninguno o por los dos, matizando las posturas, pero sin dejarte indiferente. Debes responder con TU respuesta.

         El exponerte las dos perspectivas te facilita el campo de opinión.

 

         El primero es, como indica el título del libro: "Hace… ni se sabe. Explosión del Big Bang", el segundo: "Hace 65 millones de años. Desaparición de los dinosaurios".

         El penúltimo: "2001. 11 de Septiembre" y el último, como indicaba al principio: "Dentro de…. ni se sabe. El fin del mundo".

 

         Lectura amena e instructiva. Os lo aconsejo.

 

         Como he dejado escrito en otro lugar "siempre hay que ver el otro lado de las cosas", porque nunca, nada, tiene una sola vertiente, una sola cara. Todo haz tiene su envés.

          Luego habrá que ver qué graduación de verdad le corresponde a cada lado, porque las tautologías y las contradicciones, el 100% de la verdad o de la falsedad, sólo se da entre ideas, nunca entre hechos.

1 comentario:

Angel dijo...

Y lo peor es que hay gran cantidad de personas que admiten como verdades indiscutibles, no necesitadas de ningún tipo de comprobación, como si tratáramos de una aseveración matemática, estos dogmas, que a veces se le ocurre a la iglesia declarar. Así somos los pesimistas, unos optimistas informados.