miércoles, 28 de octubre de 2009

LA CONSTITUCION

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

 

-         "Es una suerte para vosotros – les dije a unos amigos de mis hijas, ellos y ellas, reunidos en casa – que no hayáis conocido ningún otro sistema político, que hayáis nacido y vivido dentro del actual estado constitucional. Es una suerte. Pero quizá por eso os falte un hervor."

 

Siempre es apetecible y deseable entregar lo mejor a nuestros hijos, Todos hemos oído a nuestros padres,  o a los padres de nuestros amigos, decir aquello de "ya que yo no pude serlo, quiero a él no lo falte nada, sea lo que yo no pude conseguir", etc.

 

A mí, y seguro que también a ti, te ha hecho ilusión ver a tus hijos conseguir buenas notas, aprobar cursos, licenciarse, prosperar en la vida.

Te gusta cuando te comentan que les han propuesto para un ascenso…

 

Nos gusta eso. Que se encuentren lo mejor. Por eso nos gusta que ellos no hayan tenido que vivir en una dictadura, que aunque cuando a nosotros nos tocó capear, ya era más dicta-blanda, no por eso dejaba de tocarnos las narices y prohibirnos todo aquello que a los demás europeos les estaba permitido, y no nos permitía adaptarnos a los distintos planes educacionales y sistemas educativos modernos, a los que después llegamos con retraso.

 

Pero vuelvo a situaciones como la que comentaba al comienzo del artículo. No conocen que los demás sí hemos vivido otras situaciones, que para ellos suenan a batallita, o simplemente a cuento chino exagerado…, porque no se lo creen.

 

Cuando hablas con personas de edad menor a los 30 años, resulta difícil hacerles entrar en situación si tratas de aspectos referentes a costumbres, libertades de asociación, de opinión, de lenguaje, de diversión, de… de cualquier cosa. Para ellos eso no ha cambiado para nada, siempre ha sido así, y no existe aquel ayer del que tú hablas, porque la constitución y las leyes, no lo permiten. En democracia eso es imposible. Y si no, huelgas, derribas al gobierno, y en las próximas elecciones, a votar a la oposición.

 

¡Hétenos, amigo Sancho!

 

Constitución, democracia, huelgas, votaciones, elecciones, oposición… ¡esas palabras son el "quid de la cuestión"! Simplemente su pronunciamiento en público, y ante algún "defensor de la patria", te podía costar un gran disgusto.

 

Preguntado un gran periodista, ya desaparecido, sobre qué tipo de constitución le gustaría a él que se aprobara, dijo: "Un constitución con un artículo único, que dijera: Todo Salvador de la Patria será pasado por las armas al amanecer"

 

Yo también me apunto a esa Constitución.   

 

Son precisamente esas situaciones, esas prohibiciones – no al baile, las caricias entre jóvenes en la calle, no digamos los "sobos y morreos", las exhibiciones – cualquiera de estas circunstancias te suponían, como mínimo, una seria advertencia, pero podían suponer una denuncia, un expediente, etc, etc.

 

Naturalmente, para las personas nacidas después del 77, todo eso son tonterías e historias para no dormir. Eso no es posible que ocurriera aquí…

 

¡Pues sí, ocurría!

 

¿A alguno de vosotros, imberbes criaturas, os han llamado la atención, os han puesto una mala nota, u os han levantado algún expediente por no ir a misa o a la oración en la mañana de un día cualquiera, al inicio de las clases en el instituto?  

 

Pues en el mío había casos para aburrir. Por eso, por no ir a la capilla.

 

En la "Bodeguita de en medio" en la Habana, me dijo su encargado, creo que se llamaba Oscar, que qué gran suerte tenía que podía decir de mi presidente que era un tonto, y sin miedo  que me pase nada. Yo le contesté que eso mismo decíamos nosotros, en España, hace unos años. Antes de existir la Constitución.

 

Por eso comenzaba  diciendo que es una suerte que hayáis vivido siempre en esa situación, pero… os habéis perdido la ocasión de comprobar el miedo que se siente cuando estas pegando carteles de, por ejemplo, anuncios de huelgas, y alguien da la señal de que llega la policía…

 

O que pongas un chiringuito en las fiestas del pueblo, con un cartel que diga: "Peña los krafres", y venga el comandante del puesto de la guardia civil y te dé dos minutos para retirar el letrero… porque es "ilegal escribir  palabras en ruso".

 

Y eso es lo que hay, o lo tomas o lo dejas. Allá tú con las consecuencias…

 

¡Vosotros os lo habéis perdido!  

 

 

       Diciembre de 2008

1 comentario:

Tomás dijo...

La constitución es como el aire que respiramos.
Nuestras hijas ya han nacido respirando el aire de las libertades. No son conscientes, por lo tanto, de lo que es la axfisia.
Por mucho que intentemos explicarlo,como son vivencias, es difícil que quienes no saben qué es la axfisia se pongan en nuestro lugar, cuaando éramos sufrientes de la misma.