domingo, 26 de abril de 2009

INTERNET Y MINISTRA

Tomás Morales Cañedo/Prof. Filosofía

Mayo 2009                                       

                                                                 

 

         La nueva y flamante Ministra de Cultura, Dñª. Ángeles González-Sinde, expresidenta de la Academia de cine y de los guionistas, ¿llega al ministerio para proteger al cine y "cargarse" a Internet, por aquello de las "descargas" y porque los creadores han perdido los "derechos de autor"…? Y quiere "ordenar Internet".

         Va a decirle a la "araña" cómo, cuándo y dónde debe ésta construir la tela.

         Gracias a los internautas Internet es un caos, ¡un maravilloso y genial caos", donde puedes perderte y donde puedes encontrar casi todo lo que desees y necesites!

         Si a la naturaleza hay que saber preguntarle y ella te contesta, igualmente a Internet. Tienes que aprender a navegar para saber dónde o por dónde, más o menos, está lo que buscas.

 

         "Ordenar el caos" es como "cuadrar el círculo".

 

         Lo único que le pido a la ministra, y a todos los ministros, es que no "molesten demasiado". Es como los árbitros. Los mejores son aquellos que pasan desapercibidos, como si no hubieran estado presentes en el campo.

 

         Sra. Ministra:

         Los creadores tienen un doble placer, un doble disfrute: 1.- El placer de estar creando, desarrollando una actividad lúdica, siendo felices al crear o al haber creado. "Actualizando la potencialidad" – que diría el filósofo. Por ejemplo mi Mayte y sus sonetos. Es que me la estoy imaginando feliz con su boli, escribiendo y tachando, matizando, puliendo… y 2.- el placer de ver, de experimentar, cómo su creación está llegando a los demás, que también disfrutan de ella, al "recrearse en su creación".

         Lo único que quiere el creador es que nadie adultere su creación o le atribuyan otra paternidad.

 

         Yo encuentro artículos míos publicados en blogs de antiguos alumnos que, sin embargo, respetan mi autoría.

         ¿Qué más puedo yo desear sino que lleguen mis reflexiones a cuanta más gente mejor?

 

         He recibido, hace unos días, un e-mail, de un señor de Madrid, al que no tengo el gusto de conocer y que dice llamarse Juan Esteban, cuyo e-mail es: grafiscom@hotmail.com y que, textualmente, dice:

         "Buenos días. La casualidad ha querido que, entre toda esta intensísima maraña que es la red, mi buscador haya recalado, sin saber muy bien por qué, en su página www.tomasmorales.es .

         Cuál ha sido mi sorpresa al leer su divertido y magnífico (sic) artículo sobre Nina Ferrys.

         Y digo "sorpresa" porque yo soy el creativo de dicha campaña.

         Muchas gracias por refrescar mi memoria y proporcionarme tan grato momento de lectura.

         Gracias, pues."

         http://conuncanuto.blogspot.com./

 

         Yo he  "re-creado", con la pluma, lo que él había "creado" con la cámara. Lo escrito y lo visto. Bueno para él, para mí y para todo aquel que se recree en lo "creado" y en lo "recreado".

         ¡Loados sean todos los dioses!

 

         ¿Qué intenta la Sra. Ministra? ¿Cortarle patas a la "araña"?.

 

         Nunca jamás, era inimaginable, que hubiera tanta libertad como la hay en el ciberespacio. Igual que hay "pecados" de pensamiento, "palabra", obra y omisión, si existe algún "delito", en Internet, que sea perseguido por la ley y caiga sobre el delincuente la pena correspondiente.

         ¿Quiere la Sra. Ministra acotarlo, parcelarlo? ¿Recorte de libertades?

 

         El "Canon digital", ¿recuerdan?

         Hoy he ido a comprar un cuaderno, un boli, folios, un CD, un disco duro externo, un pendrive,…, para escribir y grabar mis propios artículos y me gravan con un impuesto. ¿Van a devolvérmelo, puesto que son míos los artículos de mis reflexiones?

         ¡Ah! ya. Que es por si acaso me da la tentación de "bajarme" creaciones de otros….

        

         ¿Un impuesto sobre una posibilidad? ¿Un impuesto por prevención? ¿Un impuesto para evitar la tentación? ¡qué barbaridad!

 

         Incluso cuando hay "descargas" sin ánimo de lucro, para disfrute personal, ¿es delito?, ¿es punible?

 

         ¡Querer limitar, por ley, el impacto de Internet!

 

         Otra vez nuestra hipocondría congénita, otra vez la Seguridad Social del cine, del disco, del libro,… y no aceptar las reglas del libre mercado.

         Financiar, una vez más.

         ¿Por qué no repartir esa financiación y que revierta, directamente, en los ciudadanos, rebajando el precio de las creaciones y no que sólo se beneficia  un gremio concreto?

 

         Si el escritor se da por satisfecho con escribir y ser leído, y el cantante con…y el pintor con… y los posteriores reconocimientos y alabanzas por su obra….

 

         Las subvenciones "producen" películas, por ejemplo, pero… ¿generan, incrementan, espectadores?

 

         ¿Recuerdan aquello de "el buen paño, en el arca se vende"?, porque el malo no se vende ni expuesto.

 

         La subvención va a incrementar la "cantidad de", ¿también la "calidad" del producto?

 

         Sé de personas, con nombres y apellidos, que tienen el ordenador enchufado las 24 horas del día, los siete días de la semana,… "bajándose" películas, series, música,…. ¿procedencia? Extranjera. ¿Por qué? Respondan Uds. mismos.

 

         Sra. Ministra. Ud. como los árbitros, difumínese en el paisaje, olvídese de las vallas, pase desapercibida. Si lo consigue, ese será su mérito.

 

        

 

3 comentarios:

Angel dijo...

No sé si hay mucha gente que entienda este asunto de la SGAE, de su ansia de recaudación. Dudo de que haya algún gobierno, de cualquier ideología, que se atreva a tomar una decisión contraria a los intereses de la SGAE.
Efectivamente los buenos escritores desean sobre todo que la gente los lea, los conozca. Eso sobre todo, y tambien vender, por supuesto.
Tomás, esto tu y yo no lo entenderemos nunca. Afortunadamente.

Anónimo dijo...

¡¡GENIAL¡¡

Victoria.S

mayte dijo...

¡Qué acertado tu artículo Tomás!
¡Y qué empeño de los que nos mandan en querer poner puertas al campo!
Pero, afortunadamente, la inteligencia encuentra resquicios insospechados por los que "colarse".
Tienes toda la razón al imaginarme con el "boli" en ristre, corrigiendo, y al mismo tiempo disfrutando. ¡Qué gozada!