CULTURA Y AMOR

Maruja Quesada Martín

 

            En las últimas décadas estamos viviendo un descenso de la cultura escrita en favor de la información audiovisual.  Es una pena pues, también la cultura llega al amor y lo enriquece y mejora.

             Las entrevistas del corazón desempeñan pues una función importante en la difusión y el contagio de modelos conyugales rotos. Esta circunstancia no puede pasar inadvertida.

             Los tópicos se suceden y van de un sitio a otro. Es patético que el analfabetismo sentimental en el que estamos inmersos, a lo que se añade la ceremonia confusa y pertinaz de las revistas del corazón, que una y otra vez alimentan el brujuleo de noticias sobre rupturas, enlaces, noviazgos y situaciones escabrosas (últimamente, la del Profesor Neira).

              El amor se ha ido convirtiendo en sexo para muchos y, para otros, en algo imposible. La decadencia y la poca importancia dada a la pareja y al matrimonio constituyen un signo característico de este final del siglo XX y principios del XXI, muestra de la confusa etapa que estamos viviendo.

              La cultura hace al hombre más libre. La cultura convierte cualquier pirueta personal en algo inteligente.

Es el modo de hacer más habitable la sociedad, la política y  cualquier ámbito humano. Es el modo de adecentar la realidad que nos envuelve. El secreto para mantenernos a flote en una sociedad tan compleja como la nuestra, es tener cultura.

               La cultura del amor es aquella que sirve como recinto de criterios sentimentales, donde se albergan dos ideas básicas: el saber a qué atenerse, por una parte, y el tener una interpretación coherente y humana de los elementos de este sentimiento.

                En la historia de la psicología de los últimos años hemos pasado de la era de la melancolía a la era de la ansiedad. Ahora estamos en la era del desamor o del analfabetismo sentimental.

En conclusión, en la conducta humana hay un asunto primordial; conocerse a uno mismo, observando actitudes, limitaciones y errores pequeños que es preciso corregir. Cultura y Amor son las mejores armas para hacer de nosotros: SERES MÁS HUMANOS.

 

                      

                                  Agosto 2008