ROMA OBSESIVA
Ángel Pulla Dijort/Málaga
He puesto como salva-pantalla en mi portátil una vista de "youtube" de la Piazza de Navona, de Roma. Preciosa. Me encanta. Es una de las visitas de Roma que más me gusta. La he visto de día, de noche... la recuerdo de noche, con Pepa a mi lado… Es una visita que no me importaría que se alargara en el tiempo, que me retuviera en lo posible…
Me molestaba cuando llegaba la hora de irme…
La Piazza de Navona, así como la Fontana de Trevi, han sido dos de las zonas más visitadas por mí en mis visitas a Roma…
No creo en la re-encarnación, no creo posible la recreación de una persona en otra distinta. Desapareces y punto. No vuelves. No creo, por tanto, en que yo vuelva a recordar aquellos lugares que en mi otra vida recorrí.
Me llaman, me gustan, simplemente porque son preciosos, porque se ajustan a los ideales de la belleza que yo exijo.
También me encantan algunas basílicas de Moscú, su Plaza Roja, el Kremlin, San Petersburgo, etc. etc…. y eso no significa que yo en mis otras vidas ¿cuántas?… haya vivido en todos ellos… Pero Roma…, Italia en general, pero especialmente Roma es algo singular…
En mi primera visita a Roma, allá por el año 1984, en mayo (cuando las grandes calores, cuando los toros son bravos, los caballos corredores…), pues por mayo fue la primera vez que la vi. Fuimos Pepa y yo a pasar ocho días, y se nos hicieron cortos. Solo una pega. La comida.
Yo, que soy descendiente de italianos, de la zona de Bari, no soporto tanta pasta junta y seguida…
Un día, sentados los dos en el bordillo de una acera en la Vía dei Fori Imperiali (así se pronuncia, al menos), me decía Pepa: "esto es precioso, pero como en España no se vive en ningún sitio".
Lo cierto es que Roma engancha. Roma te aferra, te maravilla, te hace pensar que eso que estas viendo, es aquello que tú has deseado ver siempre. Y si además eres, como soy yo - ¿verdad Tomás? - seguidor de personajes romanos como Cicerón y César… estás deseando encontrártelos en cualquiera de aquellos foros…
Creo que lo primero que recuerdo de mi primera visita coincide con un fortuito encuentro, ante del monumento a Víctor Manuel II, en la Plaza de Venecia, con dos italianos, uno de ellos taxista, que discutían entre ellos sobre la mejor cantante española de opera. Ellos nos indicaron que en el balcón del palacio de Venecia salió Napoleón a hablar a los romanos.
Rodeando la colina Capitolina, subes al Capitolio, donde tienes una vista de la Roma antigua y otra de la moderna, todo a tus pies. Y en la plaza central, el antiguo "asylum" del primer rey de Roma, Rómulo.
Es impresionante la vista del Coliseo… esa impresión no se borra jamás de la mente… Y los Foros Imperiales, sus recuerdos…
El Pantheon… Es de los monumentos romanos que más me ha llamado la atención. Su interior me resulta de una increíble fuerza, me minimiza, me impresiona…
Dejando a un lado El Vaticano, como ciudad independiente, como estado independiente, las basílicas de Roma que recuerdo con más admiración son las de Santa María al Mayor y la de San Juan de Letran. Son para ver, y volver a ver y seguir así hasta hartarse… Santa María la Mayor, para mi gusto, es la mejor de todas, la más bella, la más impresionante. Es la primera de Roma…
Es fácil encontrarte con varios rincones (porque en Roma cualquier rincón puede ser precioso), donde encuentres algo que nadie ha visto, o que en ningún sitio te lo han recomendado, pero a ti te encanta. O que vuelvas varias veces al mismo sitio, porque te encuentras a gusto, te recoge, te inspira… Nosotros hemos ido varias noches a sentarnos un rato a la escalinata de la Fontana de Trevi… simplemente porque nos apetecía… nos encontrábamos a gusto…
Roma tiene un agarre especial. Volvimos en el año 1999. Nos encontramos con todos los preparativos del "Roma 2000", pero nos siguió gustando… tanto que ya estamos pensando que han pasado demasiados años sin acercarnos a una de las cunas de nuestra civilización… debemos volver a beber… "¿Quo usque tandem abutere, Catilina,…?"
1 comentario:
En mi primera visita a Florencia y a Roma, aposté por la primera.
Cuando volví a Roma y me la pateé, comprendí mi primer error.
Roma es......ROMA. Y la basílica de Santa María la Mayor, sin dudarlo, se lleva la palma de la excelencia.
Tomás Morales Cañeddo
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