sábado, 22 de marzo de 2008

BREVE ENCUENTRO

_Mayte Tudea________________________________

Se conocieron en un autobús. Ella reparó enseguida en aquella cabeza cana, de pelo abundante. Los ojos oscuros y vivos, destacaban en el rostro atezado. Le agradó su aspecto pulcro y la mirada franca.

El, le confesaría después, que al verla, le había llamado la atención su aire elegante y la agilidad de sus movimientos, su desenvoltura casi juvenil.

El hombre le ofreció el asiento que había quedado libre junto al suyo, y ella aceptó dando las gracias.

El la observaba de soslayo, mientras la veía escribir con soltura y rapidez en un block cuadriculado. Sentía curiosidad por conocer el contenido de la escritura, pero no se atrevía a mirar abiertamente por temor a resultar indiscreto.

Un brusco frenazo, les permitió iniciar la conversación. -"¡Qué forma de conducir!"- -"¡Parece que transportaran ganado!"- -"La he visto en otras ocasiones, ¿siempre coge el autobús de las cuatro?"- "Habitualmente, aunque a veces lo pierdo"-

Durante el trayecto intercambiaron frases más bien superficiales. A pesar de ello, pareció instalarse entre los dos una corriente de simpatía.

-Espero verla mañana. Me llamo Eduardo-, le dijo al acercarse a su parada.

Coincidieron durante varios días. Hablaron del tiempo, de sus trabajos, de sus aficiones. Se quejaron del escaso civismo de sus paisanos,

de la falta de lluvia, del cambio climático y de cómo se había encarecido la vida. Convinieron en tutearse.

Una tarde, el hombre preguntó: "¿A qué hora terminas? Podía recogerte y tomar algo juntos". Como en un flash, la mujer observó la pálida y redonda huella en el dedo anular de su acompañante. Y mientras se excusaba ante la invitación con tono educado, pensaba "¡Qué coraje! Mañana tendré que hacer este recorrido en mi coche".

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