jueves, 29 de septiembre de 2011

HEMOS PERDIDO A UNA GRAN FILOSOFA

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

Ni esperaba, ni pensaba, ni me imaginaba que yo un día tendría que contar en mi blog la pérdida de "mi Hipatia de Alejandría", y que además me causara tanta pena este hecho.

Luna, la filósofa, se ha marchado, y nos ha dejado una gran pena y un gran vacío en el corazón. Todavía la veo, la oigo, y se me saltan las lágrimas por su recuerdo.

Acabo de releer un artículo publicado en mi blog con fecha 12 de enero de 2009, titulado "Fidelidad, Amistad, el perro". Mantengo íntegro lo dicho en aquel momento.

Si hay cielo para perros, Luna ya lo está disfrutando. Ningún otro se lo merece más que ella. Igual, es posible, más no.

El pasado martes vimos una ecografía de Luna…

Es imposible imaginar que un animal con esa carita de alegría, de amor, de felicidad, pudiera padecer toda esa cantidad de afecciones, de trastornos, que a cualquiera de nosotros nos hubieran destrozado.

Y cuando ya estaba abocada a su final, casi sin poder mantenerse en pie, seguía mirándonos y sonriendo, como esperando que  eso no terminara…

Pobre Luna "la filosofa".

Que ande con ojo Sócrates, porque le va a disputar algún que otro "platón", especialmente de queso y jamón – le encantan – y que dé gracias a que no le gusta el vino, si no volvemos a ver a Sócrates buscando algo que comer o rebañando lo que deje la filósofa…

Luna, te queremos y te recordaremos siempre, por amable y buena gente… y cariñosa.

2 comentarios:

Perchelero dijo...

Querido Angel, Pepa e hijas:
Por experiencia sabemos lo que significa perder alguien tan particular en la familia, como en tu casa Luna "La filósofa". Fina y yo queremos unirnos a vuestros sentimienos y compartir el dolor por su pérdida.
Un abrazo

Perchelero

Maruja Quesada dijo...

Amigo Ángel, siento mucho la pérdida de tu perrita Luna; te lo digo de corazón porque soy “abuela” de una Yorkshire de cinco meses y nos tiene loquitos a todos.
“Yorquita, que así le llamamos, no es filósofa, pero va para ingeniería ya que mordisquea todos los aparatos electrónicos de mi hijo y no deja títeres con cabeza. Ya mi hijo y nuera la están educando. Es una preciosidad de perrita y sobre todo, muy cariñosa.
Cuando mis hijos viajan, Jesús y yo nos vamos a cuidarla, y montamos una “Abuelilandía” en la terraza y la verdad que le echamos de menos.
Un saludo cariñoso.