ES LA VEU DE L'AIGUA CANTICS D'ALEGRIA

ACORDATS AL RITME DE GUITARRA MORA (III)

Ángel Pulla Dijort/Málaga                       (continuación)

 

Las gentes que viven en esta zona forman un conglomerado de culturas, raíces, motivaciones y fines, que difícilmente pueden solaparse entre sí.

 

Valencia ha recogido habitualmente a los murcianos (churros), a los castellanos (especialmente de Cuenca y Albacete), a los aragoneses (con predominio de Teruel). Todas estas personas tienen una finalidad en común: buscan la forma de salir de la oferta de vida que les ofrece su tierra, con pocas perspectivas para mejorar su nivel, y una oportunidad para la mejora personal y familiar en todos los aspectos de su vida.

 

Su situación económica, cultural y laboral suele corresponder a  niveles muy bajos y ello ocasiona una formación de bolsas de gentes, que en los años 60 dio lugar a barriadas marginales en prácticamente todo el cinturón de Valencia, ciudad, llamado más tarde el gran cinturón de la ciudad. La gran Valencia.

 

 

Para el que no conozca algunos significados de las palabras que utilizo,  voy a aclarar a continuación, más o menos, la razón de su nacimiento y significado.  

 

Cuando llegó el Cid Campeador a Valencia, antes de concederle  ningún tipo de poder sobre sus ejércitos, ni dejarle incluso acampar en la ciudad, el consejo de los ciudadanos, en nombre del poder de la ciudad, le exigió un "jurament", quiso tener un juramento de lealtad a esta ciudad y que él no representaba a nadie para posteriormente entregarle el poder. El Cid, al no saber "valenciá", contestó castellanizando la palabra "jurament", diciendo "sí, churro". De ahí que a todo aquel que no hablaba valenciano, se le dijera que era "churro", aunque no sé por qué causa, posteriormente se les ha aplicado especialmente a los murcianos.

 

Volviendo a la bolsa de gentes que formaron el cinturón industrial de Valencia, ello ha obligado a estas personas a un esfuerzo extraordinario para su integración y ha ayudado a formar en segunda generación, a personas muy bien formadas, con estudios superiores o formación laboral muy bien fundamentada, que posteriormente han ocupado en esta sociedad puestos de gran responsabilidad y han sido responsables de esa gran consolidación cultural.

 

Aunque a primera vista parezca un contrasentido lo que acabo de decir, si lo miramos con una cierta separación por nuestra parte de su situación…, separación en tiempo, en sentimientos, en ideas…,  lo que ha hecho esta segunda generación ha sido reaccionar contra lo que ellos han encontrado como un enorme handicap de su generación anterior. Han querido contrarrestar el sacrificio sufrido por sus padres…, saliendo de sus casas…, emigrando a tierras extrañas…, asumiendo trabajos para los que, - - posiblemente, seguramente -, no estaban preparados, y privándose de comodidades, para poder ofrecerles estudio y bienestar...,  todo eso exige una responsabilidad en el beneficiado, que se traduce en una muy buena preparación y formación académica para poder ocupar posteriormente puestos de responsabilidad en esa sociedad.

 

Este pueblo da gentes verdaderamente orgullosas del lugar donde han nacido, porque están convencidos de que no existe en el mundo una tierra superior a ella. Son orgullosos, pero no solamente ellos, de esa tierra, sino que también lo están los que han venido de fuera, "los churros", porque tienen la certeza de que ellos han sabido elegir lo mejor y además han contribuido, normalmente de manera extraordinaria, a crear y mejorar una forma de vida, de cultura y de gentes, mucho mejor de lo que ellos hubieran imaginado cuando decidieron trasladarse a esta tierra.

 

El siglo de oro valenciano es el siglo XV. En él se producen una serie de eventos, construcciones, escritos, etc, que hacen que este siglo se considere como el verdadero siglo de oro de Valencia.

 

En este siglo se construyeron las Torres de Serranos, que suponían la entrada a Valencia por la parte que provenía de la zona de Paterna hasta Lliria, de la sierra. Era el camino real de Zaragoza y Barcelona. quedando actualmente como un monumento digno de contemplar, desde donde la fallera mayor hace agitar  la bandera de Valencia, cuando celebrando la "Cridá", llama a todos  los forasteros a acudir y disfrutar de las fallas. Estas torres son obra del maestro Pere Balaguer, inspiradas en las torres góticas de Cataluña, como la Puerta Real del Monasterio de Poblet.

 

Durante la Guerra Civil española, sirvieron de depósito para las obras evacuadas del Museo del Prado de Madrid.

 

También se construyó la Torre del Micalet, adosada a la catedral, y que como curiosidad, tiene una altura igual al perímetro de la base. Aunque es el campanario de la catedral de Valencia, construido en 1425, siempre ha sido conocido como el Micalet, que es el nombre de la campana que da las horas. Su nombre El Miguelete, El Micalet. Mide 50,85 m.

 

Pertenecen a este siglo también La Lonja de la Seda y de los Mercaderes, una joya patrimonio de la humanidad.

 

En este siglo se creó la Taula de Canvis, que sirvió para regir todo tipo de transacciones financieras entre empresas, clientes y financiadores.

 

Gracias a la instalación de la primera imprenta valenciana, pudo procederse a la impresión de diversas obras literarias escritas por autores valencianos. Por ello pudo darse a conocer obras de Grandes escritores como Ausias March, Joanot Martorell, Joan Roiç de Corella, y de Isabel de Villena.

 

También se dieron a conocer en este siglo varios pintores y escultores valencianos como Damián Forment, Gronçal Peris y Lluís Dalmau.

 

Y por si faltaba algo en 1502 se funda la Universidad de Valencia, con el nombre de Estudi General.

 

Normalmente, la gente de estas tierras no es tan fácil de tratar…, no es abierta, como los andaluces, por ejemplo. Cuesta entrar en su círculo, no te dan un abrazo y te prometen amor eterno, pero… si una vez lo hacen, puedes asegurar que ahora sí tienes un amigo para toda la vida. Son muy guardianes de sus amigos y muy exigentes con los mismos, así como ellos son generosos a su vez con sus amigos.  

 

Es una tierra de artistas. Desde muy niños sienten verdaderas ansias de destacar en cualquier arte, pero especialmente, en la música. Todos los barrios, todas las asociaciones falleras "casalets fallers", tienen, al menos, una banda de música. Son miles las personas que practican, se emplean y participan en todo tipo de certamen o exhibición musical. Un pueblo, como es Lliria, ha contado desde tiempo inmemorial con dos bandas de música, de nivel nacional, incluso una de ellas, la Primitiva de Lliria, con un nivel internacional, reconocido por todos los grandes aficionados y críticos.