lunes, 14 de junio de 2010

HECHOS Y VALORES.

Tomás Morales Cañedo

 

"Yo, Tomás, soy más alto, más gordo, más guapo y más honrado que mi amigo Ángel".

1.- Que soy más alto, es un HECHO. Hay un método infalible que lo corrobora, el metro. Yo tenga "más de metros" que  Ángel. Soy más alto. Eso no se discute. Para todos.

2.- Que soy más gordo, es un HECHO. Lo dice la báscula. Yo peso "más kilos" que Ángel. Soy más gordo. Eso no se discute. Para todos.

3.- Que soy más guapo, esto ya un VALOR. Depende si se lo preguntamos a Pepa o a Aurora, a Estela y Cristina a Gemma y a Arantxa. (Aunque yo tengo a mi Santi, que votaría por mí).

4.- Que soy más honrado es un VALOR. Tendríamos que analizar la conducta de cada uno y confrontarla con el deber ético. Quien obra mejor en relación al deber humano. Ya no dependería  de la opinión de los familiares sino de algo más objetivo, las normas morales.

 

Los HECHOS, en sí mismos no son ni BUENOS ni MALOS (valores).

 

Ser más alto y más gordo es más útil en un concurso de altura y de peso. Pero el "valor de utilidad" no es un valor moral. Porque si el concurso fuera de menor talla y de delgadez la utilidad sería la contraria. Son hechos objetivos, siempre que los instrumentos de medida sean precisos y no estén manipulados. Valen para todas las culturas y son independientes del sexo, raza, religión, ideología,…

Ser más guapo es un valor subjetivo, no neutro, interesado, dependiente de quien valora y de la sociedad de los evaluadores, y  puede afectarle al sujeto evaluado llevándolo a la soberbia, que es un vicio, o a no ser tenido en cuenta como algo importante. Tiene un gran peso el factor  cultural. La Venus de Wilendorf, o las Venus o Afroditas, o las Tres Gracias, o las mises actuales.

Ser honrado sí es un valor moral. No es sólo bueno porque uno así lo estime, porque así se lo crea, sino por la concordancia de los hechos con la norma social admitida a seguir. Están presentes tanto el factor subjetivo (la conciencia) como el factor objetivo (la sociedad), que inculca esos valores como buenos.

Cada vez más lo moral va de la mano de la racionalidad de la conducta, en la línea del progreso.

 

Cuando mi Presidente de Gobierno nombró Ministro(a) de Defensa, al mando de los ejércitos (institución casi al 100% machita y masculinizada) a una mujer, además embarazada, lo que hizo fue un HECHO.

La VALORACIÓN de ese hecho será a posteriori, será un acierto (buen nombramiento) o un despropósito (mal nombramiento).

 

Imaginaos que nuestra ministra hubiera abortado (sin desearlo) debido a la presión a la que iba a estar sometida por las características de su puesto ante tal organismo.

Imaginaos que lo que se consigue es abrir las puertas de la institución a la mujer y considerar como normal la no discriminación sexual tanto en la tropa como en la cadena de mando…

 

Pero el HECHO de que sea mujer, en sí mismo, no es ni BUENO ni MALO.

 

P.D. "Los hechos puros son un mito, no existen. Lo que realmente existen son las interpretaciones". Tú ves una persona muerta y a su lado el que la ha matado e, inmediatamente, intentas valorar ese hecho, y lo calificarás como "homicidio" o como "asesinato", y éstas ya son interpretaciones.

2 comentarios:

Angel dijo...

Vamos por partes. Tus hijas te votan, y a mí las mías. Aurora te vota, y a mí la Pepa. Tu tienes la ventaja de Santi y Alberto. Pero mi perra filósofa, la Luna, esa me ha hecho saber que para ella el más guapo, más listo, más valiente y más cariñoso es el jefe de su manada, es decir, yo.
Ya llueve menos ¿eh?
Un abrazo y felicidades a los abuelos y sobre todo a los padres.
Angel

Tomás dijo...

Se nota que no estás tan seguro, por eso lo repites tres veces.

Un abrazo manchego