…PENSEMOS QUE EXISTIMOS…
Mayte Tudea Busto
Mayo 2009
Querido Ángel:
Estas colaboraciones que te enviamos distintos amigos -entre ellos el increíble Tomás y su arrolladora máquina de parir ideas-,
creo, no sé si para bien o para mal, que se están convirtiendo en el sofá de un psiquiatra, desde el que nos liberamos de todo cuanto bulle en nuestras cabezas y en nuestras vísceras, -ya que hay determinadas reflexiones que se escriben más bien con las tripas-.
Cada uno lo hace desde su personal manera de entender la vida y de entenderse, y lo mejor de todo es que aportamos nuestro pequeño grano de arena y además de que nos distraemos, no nos cuesta dinero; cosa que en estos tiempos de crisis no es nada desdeñable.
¿Por dónde iba? Ah, sí, por aquello de entenderse a uno mismo.
A mí, últimamente, me está ocurriendo algo muy singular. Este
"encandilamiento" con la poesía, me lleva a extremos de pensar en verso. Por eso, me estoy obligando a escribir verso libre, por aquello de que la rima "encorseta", y no estoy dispuesta a que nada pueda coartar mi libertad.
Ahora bien: mi duda está en que no sé si hago poema libre, o prosa poetizada. Ustedes dirán. De todos modos ¡donde esté un buen soneto!
NUESTROS ROSTROS, NUESTRAS MASCARAS
Aunque no poseo ninguna certeza,
creo saber
que no existe ni premio ni castigo,
y que cuanto nos sucede
solo es la consecuencia
de nuestros actos previos,
de los impulsos
por los que nos dejamos arrastrar,
irreflexivamente a veces,
prestando oídos
a la emoción del momento,
sin escuchar la voz de la razón,
adormeciéndola,
anestesiándola
con esos seductores cantos de sirena
que nos prometen
inalcanzables paraísos.
Y más tarde,
uno no desea reconocerse
en aquel que fue
durante algún tiempo,
días,
horas,
o tan solo por breves momentos,
aquel extraño que surgió
de lo más profundo del ser,
y aniquiló nuestra conciencia,
y se impuso al yo conocido,
al yo amable y cotidiano,
a nuestro mejor rostro,
y lo cubrió con una máscara
distinta e irreconocible.
Y sin embargo,
por mucho que nos duela,
habremos de admitir
que no solo somos nuestros rostros,
sino también
las máscaras
que los distorsionan.
2 comentarios:
Por supuesto amiga Mayte, que vosotros, los que tu llamas "colaboradores" sois los realmente protagonistas del blog.
Tenía un pensador, filósofo y profesor. Creador incansable, "paridor" sin límite. Y ahora, cada vez más impresionante en su creación poética, apareces tú inspirada, con tus musas siempre dispuestas. No te han hecho a tí lo que le hicieron a Joaquín Sabina... "se habían ido con el Nano..."
A Maite le ocurre lo que a aquel muchacho, poeta latino, tan obsesionado por los poemas, que su padre se lo prohibió expresamente y el chiquillo le contestÓ:
"iuro, iuro, pater,
nunquam componere versus"
(naturalmente, en verso).
Cuando a Nietzsche le preguntaban por qué escribía tanto y tan febrilmente, contestaba: "¿pero creéis que yo lo quiero?, es que no puedo no hacerlo, una fuerza interior me está empujando y me obliga".
Eso es lo que le pasa a Mayte, lo que al poeta latino y a Nietzsche.
Tomás Morales
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