lunes, 11 de mayo de 2009

HACER FRENTE A LA CRISIS

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

(Artículo publicado en la Revista de AMADUMA de Abril de 2009)

 

No fui partidario en su tiempo, gobiernos de Aznar y Zapatero, del ensalzamiento del poder económico "milagrero" de España, así como tampoco lo soy ahora con la postura de desánimo y bancarrota del PP (no siempre es válido el cuanto peor, mejor).

 

He comprendido y aplaudido como acertada la presentación de un buen estado de ánimo – ánimo al consumo, a la producción, a las mejoras productivas y a la euforia vital -, prestada por los representantes del gobierno, en lugar de esas declaraciones reclamadas por algunos, en que se presentara al pueblo un estado de deterioro económico, financiero y social, que no hubiera nadie capaz de digerir sin padecer un colapso.

 

Imaginaos como directivos de una empresa con enormes problemas de producción, comerciales y de financiación. Se procede a una presentación de la situación, no al Consejo de Dirección, sino al personal de plantilla. Se reúne a toda la plantilla y el Gerente, de entrada les dice: "Estamos en una completa ruina económica y financiera, y no vemos forma de salir de ella. No encontramos forma de producir más y con más calidad y rendimiento, y no encontramos el modo de vender nuestra producción, ni conseguir el margen comercial suficiente para capitalizar la empresa y poder volver a hace frente a los gastos de la misma".

 

Con qué ánimo podría exigirles después el Director de Producción a sus operarios y el Director Comercial a sus vendedores que aumentaran el ritmo de producción y de venta, tras el panorama dibujado por su Gerente, y la perspectiva de no poder hacer frente al pago de sus sueldos ni de cualquier otra deuda de la empresa…

 

Es obligación de los representantes del poder mantener alta la estima y la esperanza de las personas que dependen de ellos.

 

También creo que estos gobiernos anteriores, en su tiempo y con los medios adecuados para evitar torcidas interpretaciones o filtraciones interesadas, debieron advertir seriamente a los grandes implicados en algunas inversiones de gran peso en la economía nacional – financieras, banca, promotores, constructores, etc. – del peligro real – previsto por muchos y temido por todos – de esa burbuja caminaba inevitablemente a su pinchazo, y lo ideal es que no se produjera un reventón, sino una suave bajada de nivel.

Desgraciadamente no fue así, coincidiendo con el mayor crac financiero de las entidades financieras de EEUU y su descomunal contagio a la banca de ese país y en consecuencia, de la de la mayoría de países occidentales, por la participación en grandes paquetes de productos comprados por la banca mundial.

 

Este peligro lo conocían unos cuantos miles de sinvergüenzas, los otros miles de millones de personas… ni lo imaginábamos…

 

Siendo un adolescente, calculo que con unos 18 o 19 años, estando de vacaciones en el pueblo, le hice un comentario a una hermana mía sobre la situación de la política y la dictadura de Franco y le dije algo así como: "ahora mismo está la olla, que como explote, no se libra ni dios". A mi hermana y mis sobrinos, que lo oyeron, al parecer les hizo mucha gracia el dicho. En el año 2004, poco después de ganar Zapatero las elecciones, estando de vacaciones en el pueblo, le comenté a mi hermana algo parecido, refiriéndome a la burbuja inmobiliaria: "como estalle la olla, nos va salpicar a todos". Mi familia me dijo que si se trataba de la misma olla o era otra distinta…

 

Y nos ha salpicado. Lo peor es que el salpicón no era solamente el previsto, sino que ha venido aliñado con algo mucho más peligroso. Algo tan temible, que todavía no hemos sido capaces de saber su profundidad, ni su composición… Sobre todo es una crisis de CONFIANZA. Nadie confía en nadie. La Banca, desconfía de la Banca. Los estados, desconfían de la banca, y viceversa. El Acreedor desconfía del Deudor. Los Impositores desconfían de los Banqueros.

 

¿Alguien cree que los accionistas confían en sus acciones, en los Valores a que juegan en Bolsa, en la propia Bolsa…?

 

Es indudable que su resolución no está en la mano de uno u otro país. Su solución debe ser llevada a cabo por todos los países, con la instalación de un nuevo sistema, técnicas keynesianas, con control – no vale ya eso de que el mercado es el dueño y se controla por sí mismo -. Debemos ir olvidando el antiguo sistema capitalista de mercado. ¡Si esto lo hubiera visto Carlos Marx…!

 

Yo fui partidario de nacionalizar la banca… y ahora lo van a hacer los que entonces nos satanizaban…  Lo más llamativo es que hay millones de personas que creen firmemente en la infalibilidad de la banca, que la banca nunca miente, que las financieras siempre pagan, cumplen y en caso de fallo, ahí está el estado que responde por ellas… ¡ilusos…!

 

Hace un tiempo, cuando quebraron un par de financieras, se llevaron por delante el dinero, la ilusión y el futuro de mucha gente. Entre ellos, los de un amigo mío, antiguo colega, a quien le reproché cómo con sus conocimientos y experiencia, había caído en la trampa. "La familia y las amistades, Ángel…"

 

Siempre he recomendado a mi familia y amigos que cuando un banco, una financiera, cualquier entidad te ofrezca un interés excesivo… ¡huye! No te fíes de esa oferta. Nadie paga más de lo que cobra, a no ser que quiera sacarte más… No existen los chollos.

 

Hay decisiones que deben tomar los países, todos, para que pueda llegarse a una fiable solución a estos problemas. Yo opino que es indispensable acabar con los paraísos fiscales si queremos empezar a poner fin a todos estos tipos de juegos financieros con "caballo de Troya" incluido, que nos abocan a las desagradables situaciones, como la que estamos padeciendo actualmente.

 

La crisis económica no terminará hasta que no se solucione el caos financiero. Hasta que alguien llegue a un banco y su solicitud sea recibida con calma, estudiada y aceptada. Pero para eso… Para eso antes debe ocurrir lo mismo entre la Banca, entre los Estados… Para eso hemos de convencernos todos de que el Capitalismo, el vivido en este último medio siglo, debe cambiar radicalmente, debe ser controlado. Aquella crisis financiera nos ha traído esta crisis económica.  

 

¿Dónde está todo el dinero que se movía en los circuitos económicos mundiales? Se pregunta mucha gente y es la pregunta que siempre te hacen cuando hablas de este asunto.

 

El que existe, está en manos de los responsables de su situación. El que existe. Porque hay otro que no existe, que es simplemente movimientos financieros "extraños" para los que no nos movemos en el círculo preciso.

 

Y lo más desagradable es que los mismos responsables de tu situación y de la mía y de la de millones de seres, esos señores se terminan llevando un "bonus" millonario por la "faena", como premio. Eso en lugar de un despido y la cárcel. ¡Porca vita!

 

 

1 comentario:

Tomás Morales dijo...

r¡Houston¡ Tenemos un problema.
Los problemas pueden:
1.- ser pseudoproblemas y no tener solución. (No es nuestro caso)
2.- Ser problemas y entonces:
1.- Un buen planteamiento facilita la búsqueda de solución.
(Burbuja inmobiliaria y crisis financiera y sus consecuencias)
2.- Dejar que pase la crisis (no es soluciñon, sino dilatar e incrementar el problema).
3.- Cambiar el modelo productivo (ideal, pero utópico), Éste JAMÁS se conseguirá a golpe de ley.
¡Tenemos un problema general y un gobierno, en una economía global, poco puede hacer¡.

¿Entonces?.

NO LO SÉ.