DA IGUAL COMO LO MIRES

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

Todos hemos tenido días, épocas, en que no encuentras forma de enfocar tu futuro a corto de otro color que el oscuro.

Te esfuerzas en hacerlo como lo veías hace unos días... No es posible. Tu mirada sigue con ese tufillo a oscuro, que no eres capaz de difuminar.   

Y no es necesario que haya ocurrido algo que afecte seriamente a tu rutina  diaria o a tu programa. Nada que pueda descuadrar tu presupuesto inicial y que te obligue a prever un incumplimiento del budget correspondiente. No y no. Simplemente ha salido el lado malo. Nada más.

Lo peor es que quizá tampoco depende de ti la rectificación que pueda remediar tus malos presentimientos. Lo normal es que ese golpe de timón o ese acierto en la decisión a tomar, sea algo ajeno a tu jurisdicción o que exceda tu capacidad de intervención.

Una vez fuera de los ambientes laborales donde antes nos movíamos y tantos ratos de estos nos han proporcionado, ahora nos toca sufrirlos desde nuestra parcela de "retirados" y sin poder de reacción.

¿Qué coño de futuro puedes ver a corto, medio e incluso largo plazo con este tipo de medidas tomadas por nuestro gobierno - a impulso de la ordenanza europea - si todo es recorte y no apoyo o inversión?

Oscuro, muy oscuro, muy oscuro...

Y puestos en este plan, yo propongo:

Ø dimisión en bloque de veintiséis de los veintisiete gobiernos de la Unión Europea.

Ø Petición de ciudadanía alemana de los habitantes de esos veintiséis países.

Ø Elecciones de gobierno, diputados y demás parafernalia en ese nuevo gran país - llamado como se llame -, por supuesto con voto de los tropecientos millones de habitantes.

Ø Desaparición, consecuentemente, de todos los gobiernos, presidencias, reinados, cortes y senados, coches, choferes, guardaespaldas, adscritos, "patres et conscripti", etc. etc.

 

Y a partir de aquí la señora Thatcher , perdón, Merckel o quien salga elegido, presente su programa de gobierno y ¡a ver si tiene huevos de programar lo mismo que ahora nos están obligando a tragar!

Supongo que ahora ya habrás entendido que yo, que ya estoy jubilado, tenga días de estos en que todo lo veo así, oscuro. Más que oscuro, negro, negro, negro. Imagínate como lo verá el que no tenga ni siquiera una jubilación que llevarse a la boca.

¡Con la ilusión que a mí me había hecho el cambio de gobierno!