lunes, 2 de enero de 2012

AMISTADES INALTERABLES

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

"Fui selva antes de ser cacique".

Este es un lema escrito en un cartel publicitario situado en una parada de autobús de las que debe haber varias por toda Málaga.

Presenta a un indio, adornado con una diadema – o como se llame ese adorno con gran cantidad de plumas que va rodeándole la cabeza y cae por los hombros -, como digo, adornado con ese abalorio tan típico de los indios del oeste americano.

Y, por supuesto, está adornado de todas esas pinturas en forma de rayas en la cara. No podría decir si son pinturas para hacer la guerra o para hacer el amor…, pero seguro que ha pasado por la sala de maquillaje.

Desde siempre hemos oído aquello de "yo he sido cocinero antes que fraile", y creíamos que con este dicho ya quedaba reflejado todo lo que podíamos expresar de nuestros conocimientos sobre esa materia o situación. Esa muletilla nos situaba por encima del nivel normal de la materia sobre la que se trata.

Mira por donde, un publicista nos enseña cómo un indio, con sus plumas y sus pinturas de ¿amor/ guerra? nos acaba de hundir unos siglos de "sabiduría refranera"…

No es fácil ser capaz de desasirse de aquellos conceptos que tenemos cotejados como insuperables, de gran calidad y precisión.

Un filósofo, tras varias horas de reflexión, de innumerables posicionamientos sobre cualquier tipo de pensamiento o situación, llega a unas conclusiones. Si tú eres capaz de plantearle esa nueva situación desde otro punto de vista, y con nuevos planteamientos verosímiles y lógicos, quizá tengas la posibilidad de que dude o vuelva a plantearse su conclusión desde un nuevo enfoque.

Pero no todos somos filósofos – desafortunada o afortunadamente -. No todos tenemos la facilidad que estos señores tienen para volver a estudiar desde distintos planteamientos las mismas cosas.

Esa facultad queda para los que saben ver, mirar, estudiar, reflexionar… y volver otra vez a ver, mirar…

Los demás, los que no somos filósofos, nos agarramos mucho más a nuestras conclusiones, y defendemos con uñas y dientes aquello que tanto esfuerzo nos ha costado descubrir.  

"En todas las actividades es saludable, de vez en cuando, poner un signo de interrogación sobre aquellas cosas que por mucho tiempo se han dado como seguras" (Bertrand Russell).

Claro que este también era filósofo…

Recuerdo que en cierta ocasión, trabajando para el Grupo de Estudios e Investigación al que pertenecí durante tres años, se me encargó preparar una conferencia sobre Julio César y Cicerón, al igual que a otros compañeros les correspondió hacerlo sobre otros temas.

En las reuniones previas a la fecha, cuando me correspondió presentar mi trabajo, el grupo decidió no admitirlo por defectos de forma y contenido.

Se acordó que debía proponerlo bajo otros puntos de vista y se me dio plazo para su nueva presentación en quince días.

Me llamó la atención que un compañero, al que sí le había gustado la primera versión me dijera que le causaba asombro ver cómo yo había encajado las críticas y había decidido variar el enfoque del mismo sin aparentar enfado y asumiendo las correcciones como errores propios (Paco).

El desarrollo de mi trabajo durante varios años, le dije, me ha enseñado que tus propuestas están hechas con la mejor intención y con el convencimiento de que son las más apropiadas para la consecución de tus objetivos, pero nunca debes rechazar cualquier otro planteamiento, que aunque provenga de otros, puede descubrirte nuevos puntos de vista que habían quedado desenfocados en tu propuesta inicial.  

Siempre tienes ocasión para sorprenderte por las nuevas posturas que puedes encontrar escuchando con atención a las personas que tienen algo que exponer sobre lo que tú ya tienes pre-formado tu informe definitivo.

De acuerdo con lo que anteriormente decía Russell, es necesario volver a poner varios signos de interrogación sobre la mayor parte de las cosas que hemos tenido mucho tiempo como seguras. ¡Qué sorpresas…!

Quién no se ha planteado varias veces  a lo largo de su vida todas esas CONVICCIONES, HECHOS O AMISTADES   INALTERABLES, que para nosotros suponían ese algo "sin discusión";  en muchas ocasiones aceptados sin reflexión, asumidos de nuestros primeros aprendizajes.

No tuvimos en cuenta aquel pensamiento de Erasmo de Rotterdam de que "el colmo de la estupidez es aprender lo que luego hay que olvidar". Considero que, aunque se trate de un gran humanista, no es obligatorio estar totalmente de acuerdo con sus pensamientos…

Y todo esto deriva de aquel indio que yo he visto fotografiado en un cartel de publicidad, colocado en un panel de una parada de autobús, donde se leía "Fui selva antes de ser cacique"…     

    

1 comentario:

Tomás Morales dijo...

Comentario Largo:
1.-Donde dices "quizás tengas la posibilidad de que dude..." debes decir:"tendrás la seguridad de que dudará y cotejará tus argumentos con los suyos, y no tengas la menor duda de que si tus argumentos son más fuertes que los suyos, los abandonará, hará suyos los tuyos...
2.-La misión del filósofo no es dar respuestas sino lanzar a la arena preguntas para que los demás respondan y, luego, cotejará... (véase el párrafo anterior).
3.-Te corrijo lo que a mí me corrigió una compañera de Lengua, en el Instituto: la diferencia entre "debe haber" (necesidad) y "debe de haber" (posibilidad, probabilidad)
"Debe ser jueves", pues ayer fue miércoles (necesidad).
"Debió de ser" un jueves cuando el eclipse de sol (probabilidad)