jueves, 11 de agosto de 2011

ESTUDIEMOS UN NUEVO SISTEMA

Ángel Pulla Dijort/Málaga

04/07/2011

 

E

uropa padece un grave problema.

 

Europa también, aunque nos empeñemos en señalar que son los países periféricos – especialmente sureños, los PIGS (malditos centralistas) – los que en realidad la padecen.

Pero el problema de Europa es POLITICO, más bien que ECONOMICO, ¡que también! Es básicamente político.

 

El económico lo padecen al unísono, globalmente, otros muchos países de otras latitudes, además de los europeos. Desgraciadamente, los indeseables vendedores de "inmundicia accionarial", - especialmente norteamericanos conocidos por todos,  del entorno de los "neocons", "tea party", etc. – poseen tal fuerza económica y financiera que sin apenas esfuerzo colocaron su "basura" en todos los bancos y países del mundo.  

Naturalmente el capital, ambicioso, insolidario y negrero, una vez contagiado por sus "dueños" los americanos, arrasó cuanto pudo en todos los países donde estaba instalado. Vendió aire, y así nos ha ido a todos.

Todo ello viene como consecuencia de un gran "Planteamiento Hiperliberal", una vez se vieron libres, por la derogación por parte de Clinton  de las ataduras de la ley, que venía de los años 30 para vigilancia de los posibles excesos causantes de la debacle del 29 – 30.

Tras esa devastación solamente quedaba un recurso. Pero en Europa, desgraciadamente, no quedan ya apenas reminiscencias de esos personajes cuyo recuerdo nos hacían renacer las esperanzas de su capacidad de reacción ante estos estafadores financieros actuales.

El paso del tiempo nos ha ido privando de líderes europeos como aquellos Helmut Khol, Miterrand, Jhon Maior, Lubbens, Amato, Felipe González, etc.

Ese grupo de personas sí eran capaces de insuflar en los europeos de los años 80 la fuerza suficiente para, al menos, tratar de contrarrestar las ansias de devastación económica de los gestores de "bonos basura" americanos.

Actualmente disponemos de un excelente plantel de directivos de bancos, grupos financieros y grandes empresas expertas en intermediar, solucionar y conseguir que cualquiera de los anteriormente afectados por los productos que ellos mismos o sus representados les "obligaron" a adquirir, y que les ha supuesto, tanto a ellos como al resto de la ciudadanía global, a soportar la más alarmante depresión financiera, y posteriormente económica que se ha visto después de los años 30.

Y como consecuencia de sus buenas gestiones, ahora gozan de unos extraordinarios devengos, mientras al resto de los afectados se nos exige nuestra aportación para recuperar el importe de su "esquilme". ¡Eso es lo que hay, amigos!    

Y por si ustedes creen que ya han visto todo cuanto de absurdo e inmundo hay en el mundo financiero, si creen que tras esta espeluznante debacle económica, y posterior aporte de las tesorerías públicas "del globo" para saneamiento y mejor ubicación de los ímprobos banqueros y demás gente que nos ha colocado en esta situación, ¡pásmense! Ahora se premia a los entes que debieron en su tiempo prevenir toda esta hecatombe, y no solo eso, sino que además se asocian a aquellas compañías que señalaban como muy saludables (AAA+) a las mismas financieras, bancos y grupos que posteriormente necesitaron que los estados les insuflaran miles de millones de euros para poder sobrevivir.

Actualmente, esos nuevos socios, los "controladores", siguen repartiendo sus calificaciones como si aquí no hubiera pasado nada o ellos no hubieran sido parte fundamental del descomunal error – o engaño – inducido.  Ahora siguen cobrando y remunerando con excesiva prodigalidad a sus gestores por su excelente trabajo, especialmente por su rendimiento.

No es extraño, con todos estos antecedentes, encontrarse con movimientos como el "15 M", que reclaman el correspondiente esclarecimiento de todas aquellas materias, que ni entienden ni encuentran quien se las resuelva.

Demandan justificación y desenlace a los problemas del paro, las deudas y la corrupción.

La simple expresión de estos problemas no aporta la perspectiva global de su dimensión. Se une al cúmulo de problemas no resueltos por los gobiernos y que, además, les obligan a aparecer  como inhabilitados para su resolución. Véase la corrupción: no hay capacidad de reacción ante los gobernantes corruptos. Vuelven a seguir gobernando, pese a todas las denuncias. Este movimiento reclama también un rápido acuerdo entre los partidos políticos que hiciera factible un desenlace razonable al problema judicial español.

Como decía al inicio del artículo, no es solamente un problema económico el de Europa, es más bien un grave problema político.

Los países miran especialmente aquello que a ellos les afecta. No lo que pueda afectar a la Unión Europea. Para Alemania es bueno lo que es bueno para Alemania, lo sea o no para la Unión Europea. Así jamás conseguiremos lo que aquellos líderes citados anteriormente pensaban de Europa.

La Economía Es Una Ciencia Social Con Base Contable.

En la Unión Europea actual, ese primer apellido se ha perdido. Aquí hemos conseguido hacer de la Economía la ciencia que administra la carestía. Ni más ni menos.

Cada uno tendremos nuestros recuerdos de aquel año 1986, y siguientes – y si me apremiáis también de los anteriores – con aquella gran ilusión y esperanza en nuestra incorporación a Europa ¡Europa!

Los jóvenes desconocen o no entienden algo que para ellos es lo más normal del mundo, pero aquello no era como es ahora. Aquello era exactamente la consecución de lo que ahora veis tan natural.

Poco a poco aquellas ideas, aquellas ilusiones han ido desvaneciéndose, por culpa precisamente de que los que han tenido la obligación de mantenerlas son los primeros que han hecho lo inconcebible para obstruirlas con sus rácanas percepciones de la realidad interesada de cada cual.

Don Miguel de Unamuno dejó dicho: "Espera, que solo el que espera vive. Pero teme el día en que se te conviertan en recuerdo las esperanzas"  

 

Me temo que ese día ha llegado… o está a punto de llegar. ¡Pena…!

Hoy, casi dos meses después de la fecha de nacimiento de este artículo, al releerlo, temo que debería haber añadido un "negro aviso" posterior. Quiero pecar de pesimista, y que alguno de vosotros un día me diga "te colaste Burt Lancaster".

 Pero temo que ahora mismo  se está gestionando una nueva crisis, instaurada precisamente en los países que deberían ser el sustento del equilibrio económico y financiero del mundo: EEUU, Alemania, China… ¡imagínense los demás!    

 

 

miércoles, 3 de agosto de 2011

TAMBIEN PUDO SER LA ESPINA DE UNA ROSA

Ángel Pulla Dijort/Málaga

 

Pudo darse que una espina en el tallo de una hermosa rosa roja hubiera producido el hecho. No este, pero sí otro semejante.

Lo digo para que aquellos que me conocen no inicien su lógica deducción sacada de mi presente artículo, aquello de que mira de tal palo tal astilla, ya sabemos de qué pie cojeas, etc.

Esta va sin segundas.

Algunos de mis amigos, y de mis amigas, cuando lo lean, me los veo venir. Claro, siempre disparando a los mismos, cómo no le iba a lanzar algún tirito a sus amigos del PP…

Esto es mucho más simple y vulgar que todo ese tinglado mental que os estáis recelando.

En la torre derecha del Colegio de San Ildefonso, en El Palo, en la parte más alta de la misma, se hallaba una gaviota, dando unos graznidos, que llamaban la atención a las personas, que, como yo, no tenían en ese momento ninguna otra diversión ni obligación que no fuera mirar, escuchar y ver lo que ocurría en aquellos alrededores.

Al parecer, aunque esto lo digo por deducción, momentos antes había comenzado un jardinero a pasear su cortacésped por los jardines del colegio, pasando cuando comenzó la exhibición de la gaviota por la parte derecha del jardín, dirección a la calle J. S. Elcano.

Y aquí comienza el festival de la gaviota.

Resultaba alucinante ver cómo esa gaviota evolucionaba, realizando giros acrobáticos sobre los árboles más altos del patio, haciendo bajadas de kamikaze hacia el césped y recuperando de nuevo su altura, acompañando estas piruetas con unos graznidos amenazantes, que podrían amedrentar a cualquiera que estuviese dentro de ese recinto, e incluso a los que lo veíamos detrás de la "barrera".

Únicamente recuerdo una visión semejante con un águila precipitándose sobre un pequeño animal (no pude ver qué era, aunque imagino que sería un conejo) en el campo. Jamás he visto algo igual al comportamiento de esta gaviota.

Intrigados por esta actuación, un vecino casual y yo, que estábamos ante el escaparate de una librería, nos metimos de lleno en la contemplación e interpretación de la conducta del animal.

Una vez que el jardinero con su cortacésped enfiló la pared paralela a la avenida, cambió por completo la actuación de la gaviota.

Concretó su punto de mira y se lanzó sobre él con las más aviesas intenciones: el jardinero y su máquina.

Este hombre se defendía como podía de su implacable atacante. A manotazos, a sombrerazos – le hizo falta una escopeta, creo yo -, pero no había forma de hacerle desistir.

Mi compañero de escaparate me comentó que posiblemente esa gaviota tendría por allí alguna cría o quizá algún desove, y por esta causa defendía con esa agresividad a su futura descendencia.

Posiblemente fuera así.

Era impresionante escuchar los graznidos de esta gaviota cuando iniciaba su embestida contra el jardinero. Ignoro cual sería su estado de ánimo, yo en su caso estaría atemorizado.

Dedicaba además todo su tiempo al ataque sin cuartel a su objetivo, sin concederle un intervalo de sosiego, ataque directo y una vez remontado su derrotero, volvía sin tregua  a abalanzarse sobre el mismo.

La gaviota no ha sido nunca un animal de mi complacencia. Siempre la he visto como sosa, sin ningún arte especial de deleite para el que la mira. Se mueve por las orillas del mar, incluso dentro del mismo, se posa sobre las farolas o los salientes de los edificios y vigila y persigue a los peces para su pesca, y si no los hay, se alimenta del pescado muerto o de los basureros. No canta, grazna.

Como digo, nunca ha sido santo de mi devoción. Y de hace unos años, incluso menos.

El amedrentado jardinero, perseguido con insistencia por este animal, se dirige hacia el centro del jardín, para la máquina y se coloca muy marcial, sombrero en mano, esperando la siguiente bribonada de la gaviota.

Y no llegó.

Fue como si al apagar el motor de la cortadora, hubieran desconectado la actividad de la palmípeda. ¡Ay, si siempre ocurriera lo mismo, si siempre fuera igual…!

A modo de conclusión (iba a decir corolario, pero tengo mis dudas, quizá le pregunte a Tomás por su significado exacto) deduzco que las gaviotas, a quienes yo nunca había juzgado como animales violentos, implacables, se me habían manifestado precisamente como tales criaturas, defendiendo al parecer, a su descendencia.

¡Ventura del sufrido jardinero al venir en su represalia una sola gaviota! ¿Se imaginan si viene la pareja?

¡Hubiera tenido que rendirse, o mejor entregarle la herramienta y exiliarse!

29/06/2011