miércoles, 19 de noviembre de 2014


LOS PARAÍSOS.

Tomás Morales Cañedo

 

 

Han sido dos los Paraísos:

 

1.- El Paraíso Perdido, el Paraíso Terrenal, del que Dios nos expulsó, a toda la humanidad, porque nuestros primeros padres comieron del árbol de la fruta prohibida (que no pudo ser una manzana, porque no existían en aquel tiempo, en el actual Irak, entre el Éufrates y el Tigris).

¡Qué pena¡. Comieron del "árbol de la Ciencia del Bien y del Mal", querían saber, por sí mismos, qué era lo bueno y qué era lo malo, sin tener que preguntárselo a Dios. Y eso, Éste, no podía consentirlo. ¿Querer ser autónomo y autárquico, independiente de quien los creó?.

Al expulsarlo puso a los querubines, con espadas de fuego, a las puertas del Paraíso, no siendo que intentaran volver a comer del otro árbol prohibido, del "árbol de la Vida"

Es una lástima que no comieran, también,  del "árbol de la vida", porque habrían sido/habríamos sido inmortales.

Por eso "sabemos" y por eso "morimos"

Dios no podía permitir la competencia, "ser omniscientes" y "ser eternos".

 

2.- El Paraíso Soñado, el Paraíso Terrestre, al que todavía no hemos llegado porque aún no existe, pero que podemos construirlo.

Sabemos cómo hacerlo (con la Ciencia y la Tecnología), somos Libres para hacerlo. Sólo nos falta Querer, Decidirse a hacerlo.

Este Paraíso depende de nosotros. No es un regalo divino, sino un logro, una adquisición humana.

Un Paraíso en el que todos seamos iguales, libres, justos. En el que nadie pase dificultades. En el que habrá tanta riqueza, como aire. Y a nadie  se le ocurre ir respirando más aire del que necesita, porque si algo sobra es el aire, hay aire, igual de puro o menos puro, para todos. Lo mismo ocurrirá cuando desaparezca la propiedad privada y "todo sea de todos, porque los medios de producción son sociales". La propiedad privada de aquello que abunda es absurda.

 

Si el primero es el Religioso, el segundo es el que aspira a crear la Ilustración.

Si el Dios cristiano nos echó de aquel, la Diosa Razón nos llevará a construir éste.

 

Si mirar al primero es el triunfo de la añoranza, mirar al segundo es el triunfo de la esperanza.

No podemos volver a entrar en aquel, sí podemos construir y habitar en éste.

 

El Dios cristiano nos promete el Paraíso Celestial, para después que muramos y si nos portamos bien, cumpliendo sus mandamientos. Se trata de creer y de obrar.

La Diosa Razón nos promete el Paraíso Terrestre, al que podemos llegar mientras vivimos, en esta vida, aunque siempre está a un paso más allá de donde estamos. Se trata de saber y actuar, teniendo de guía sólo a la Razón.

 

El "Arriba" cristiano, por culpa de Adán, es sustituido por el "Adelante" racional y humano, gracias a Prometeo.

 

La "vida" como "trampolín" para "subir" o la "vida" como "misión" para "construir y entrar".

 

Otra vez la Fe y la Razón. Otra vez el "rezar" para "subir", frente al "trabajar"  para "crear". Otra vez la "vida" presente como "la mala noche en una mala posada" frente a la "vida" presente como "la aurora de una nueva y buena morada".

 

Quizás la una sea una Utopía y la otra una Quimera, pero mientras estén en el Horizonte de lo alcanzable habrá que decir, parafraseando a  Eduardo Galeano: "Están en el horizonte. Me acerco dos pasos y ellos se alejan dos pasos. Camino diez pasos y ellos se corren diez pasos más allá. Por mucho que yo camine nunca, en vida, los alcanzaré. ¿Para qué sirven, pues, esos Paraísos?. Para eso sirven, para caminar".

 

Pero no caminar sufriendo. Es/debe ser el placer del viajero. El placer de viajar y ser feliz viajando y mientras se viaja. No el placer del viajante, que lo único que anhela es llegar.

 

Pero sólo cambiando de ideas puede desearse cambiar de lugar.

 

¡Son tan distintos¡.

 

Uno es expulsado del paraíso terrenal, de la felicidad del ocio, hasta el infierno del sudor laboral y del doloroso parir para, después, enfrentarse a la doble vía: o felicidad eterna, en el cielo, el nuevo paraíso, (a la derecha del Padre) o suplicio eterno, en el infierno, en el "fuego eterno que nunca se consume y en el crujir y rechinar de dientes"

 

El otro ya parte del infierno humano, terrestre, de la esclavitud, de la explotación y del sudor laboral y del doloroso parir, y anhela llegar a ese lugar, también humano y terrestre, en el que la ley sea: "a cada uno según su necesidad y donde la mujer sea "igual" al varón".

 

P.D. También hay otros muchos paraísos, pero en ellos tenemos prohibido el paso tanto los pobres como los trabajadores, son sólo para los ricos y espabilados, son los PARAÍSOS FISCALES.

domingo, 2 de noviembre de 2014



MAS QUE PROTESTAR, QUISIERA DIALOGAR

Ángel Pulla Dijort/Málaga

Pero desearía que fuera un diálogo con tal fuerza que hiciera resonar en los cerebros y en los corazones de los que lo lean como un certero aldabonazo que  abriera las puertas de nuestra comprensión, nuestro sentimiento, nuestra bonhomía, y nos dispusiera a entendernos todos, sin motivaciones previas ni premisas excluyentes.

Así es como me gustaría iniciar mi PROTESTA (perdón, mi DIALOGO).

Posiblemente esté en un error. Sí, seguro que estoy equivocado. Porque no es posible que hayamos coincidido en un mismo país y en una época determinada todos los chorizos del mundo. No es posible.

Mira si eres capaz de encontrar - ahora me estoy refiriendo a los países de  nuestro entorno y del "mundo" al que pertenecemos - algún país donde nada de lo que toques esté contaminado con las estafas, fraudes, robos, timos...

Cualquier rama que mires, todos los estamentos, todas las categorías se encuentran impregnadas de esa contaminante vileza en que se ha convertido parte de la vida social, financiera, política y ¿total? de nuestro país. ¡Qué buen país si oviesse buen señor!  

La banca, la política, la justicia, la realeza, la milicia, la iglesia, los partidos políticos, los sindicatos - ¿falta alguien? pues también - . No me hables de derechas e izquierdas. No me hables de eso. Quien esté impregnado, ¡fuera!

Vamos a dejar por ahora este tema.

Hoy, cuando estoy escribiendo este artículo nos tiene en un vilo la auxiliar de enfermería contaminada y un sin número de otros posibles contaminados por ella del "Ebola".

Esto partió de un misionero enfermo, que se trasladó a morir a España. Así de simple, y así de complejo.

No estoy preparado para opinar si fue o no una buena opción, esta del traslado, pero en mi modesta opinión creo que fue inadecuada por peligrosa. Sí, ya sé que muchos vais a decir que según la constitución española todo español tiene derecho a venir a su patria - ¿incluso cuando suponga un enorme gasto económico y un gran riesgo de salud? -. Insisto en mi idea sobre la oportunidad de su traslado.

El riesgo de expansión de la epidemia es muy grande, y el consuelo para el moribundo no creo que lo igualara. Llegó en muy mal estado ¿consciente? y murió al día siguiente.

Sobre lo que dice la constitución, ojalá se cumpliera todo aquello que dice.

Por cierto, la constitución ampara la libertad de expresión. En el parlamento, todos los partidos políticos pueden expresar libremente sus ideas, incluso aquellos que pretenden la independencia de alguna de las regiones españolas. No entiendo el motivo por el que no pueda hacer lo mismo una autonomía, que previo acuerdo de su parlamento, quiera consultar la idea que tenga su gente sobre cualquier tema.

Ayer comentando con unos amigos sobre la pretendida consulta catalana, me sorprendió la posición de alguno de ellos sobre este tema. De otros suponía su postura, pero de otros "más abiertos" como se dice coloquialmente, me sorprendió. "Constitución, constitución y constitución", como diría el señor Anguita.      

No entiendo cómo no se da cuenta el gobierno de España que su postura de "espera" está consiguiendo que una gran parte de la sociedad catalana, que antes no estaba por la independencia, ahora y con esta negativa a que expresen su opinión, se está inclinando seriamente a unas posiciones independentistas que como digo hace un par de años eran impensables.

 

Creo que sería mucho más conveniente dejar al ciudadano expresar sus ideas libremente, ello no conlleva ninguna decisión inmediata. Después todo se verá y se hablará, pero por  lo pronto... ¡dejad hablar a la gente!

No quiero insistir en el tema que me está quemando, que nos está quemando a todos, y que además es deprimente, desmoralizador, desagradable, insoportable, enojoso, - ¿qué más puedo decir sin incluir un taco?

Otro día lo tocaré con más calma: LA CORRUPCIÓN!